Los primeros indicios apuntan a un fallo
técnico como la causa más probable del accidente en el que murieron 50
personas al estrellarse un avión Boeing 737-500 en el aeropuerto de la
ciudad rusa de Kazán, capital de la república de Tatarstán, el domingo.
El piloto del aparato, Rustem Salíjov, decidió abortar el primer
intento de aterrizaje y hacer una segunda vuelta, tras lo cual informó a
la torre de control del aeropuerto que el avión no estaba listo para
tomar tierra.
El Comité de Instrucción (CI) ruso, que ha
abierto una investigación del accidente, precisó que se desconocen las
causas que llevaron al piloto a desistir del primer intento de
aterrizaje y dar una segunda vuelta.
El jefe regional para
Transporte del CI, Alexandr Poltinin, dijo que la investigación maneja
"dos versiones principales: un fallo de pilotaje y factores técnicos".
Las aerolíneas "Tatarstán", que explotaban el aparato siniestrado en
régimen de alquiler a la búlgara "Bulgarian Aviation group", aseguraron
que el avión estaba en buenas condiciones técnicas, y que había sido
revisado varias veces el día del accidente, en el que ya había realizado
otros tres vuelos.
Según la portavoz de la compañía, Gulnaz
Minnijánova, los dos pilotos, nacidos en 1966, acumulaban una gran
experiencia profesional. El comandante Rustam Salíjov empezó a volar en
esa misma nave en 2012 como segundo piloto. Llevaba 21 años volando. El
segundo piloto, Víctor Gatsul, volaba desde hacía 23 años".
El
Boeing siniestrado, el más pequeño de la serie 737, entró en servicio
en 1990 y "Tatarstán", que lo explotaba en concepto de arriendo desde
2008, era la séptima compañía que lo utilizaba.
Una periodista
que había viajado horas antes del accidente en el mismo avión desde
Kazán a Moscú manifestó a la televisión rusa que los pasajeros se
asustaron mucho debido a las fuertes vibraciones del avión durante la
maniobra de aterrizaje en la capital rusa.
"El hombre que
estaba sentado junto a mí se puso blanco como la harina y me dijo que
nunca había vivido un aterrizaje igual. Aterrizamos a la primera, pero
el avión se movía muchísimo", añadió la reportera Lenara Kashafutdinova
al Canal Uno.
El accidente aéreo más grave de los últimos años
en territorio ruso se produjo en abril de 2010 cuando el avión Tu-154
en el que viajaba el presidente polaco Lech Kaczynski y otras 95
personas se estrelló en un aeródromo de la ciudad de Smolensk.
Además, 44 personas murieron en 2011 cuando el Yak-22 en el que viajaba
un equipo de hockey sobre hielo se estrelló poco después de despegar en
la ciudad de Yaroslavl; mientras otras 31 murieron en 2012 en
circunstancias similares en el norte de Siberia.
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