El presidente saliente de Georgia, Mijaíl
Saakashvili, anunció hoy que abandona provisionalmente la política y que
no tiene intención de obstruir la labor del Gobierno de su país.
"No tengo intención de poner obstáculos a la labor de las nuevas
autoridades (...) En la actual etapa me abstendré de participar en la
vida política diaria de Georgia", señaló Saakashvili en su página de
Facebook.
Al mismo tiempo, Saakashvili, que será sustituido el
domingo por Gueorgui Margvelashvili, ganador de las recientes
elecciones presidenciales, se manifestó dispuesto a estar junto a su
pueblo "cuando lo crea necesario".
Saakashvili, que llegó al
poder durante la Revolución de las Rosas de 2003, deseó a las nuevas
autoridades "éxitos a la hora de superar la crisis económica y la
presión rusa, y al continuar la integración europea".
Con
todo, no ahorró críticas contra las autoridades por decisiones como el
retorno del Parlamento de la ciudad de Kutaísi a la capital, Tiflis, y
el cese de la construcción de defensas militares en torno a la capital.
"Estos son pasos muy tristes que perjudicarán a Georgia, al igual que
la negativa del nuevo presidente a utilizar el término 'ocupación' (por
el apoyo ruso a la independencia de las regiones separatistas Abjasia y
Osetia del Sur) o a condenar la agresión rusa contra nuestro país",
apuntó.
Además, anunció que, aunque deseaba estar presente en
la investidura del nuevo presidente, no acudirá al acto del domingo
debido a la persecución de los representantes del antiguo Gobierno.
El jefe de la administración presidencial saliente, Andro Barnov,
explicó hoy que Saakashvili asistiría a la ceremonia con la condición de
que el Gobierno anunciara públicamente el fin de la persecución de los
miembros del ahora opositor Movimiento Nacional Unido.
"Esto no es un capricho, sino la condición para que Georgia no retroceda al pasado", dijo.
Recientemente, Saakashvili denunció en Bruselas la persecución
política a la que el actual Gobierno ha sometido a los antiguos miembros
del Ejecutivo y no descartó que él mismo sea procesado.
Según
algunos analistas, Saakashvili podría ser procesado por obstruir la
investigación de la muerte en 2005 del primer ministro, Zurab Zhvania;
ordenar la invasión de Osetia del Sur y la disolución violenta de un
mitin opositor en Tiflis en mayo de 2011, durante la que murieron tres
manifestantes y un policía.
Debido a la reciente reforma
constitucional, el primer ministro ostenta ahora casi todo el poder
ejecutivo en Georgia, inclusive en la política exterior, mientras el
presidente se limita a ejercer funciones representativas.
El
estreno de Margvelashvili como presidente será en la cumbre entre la
Unión Europea y los países ex soviéticos de la Asociación Oriental que
se celebrará a finales de noviembre en la capital lituana, Vilna.
Por motivos de salud, a la investidura tampoco acudirá el
expresidente georgiano Eduard Shevardnadze, según informó a Efe su
portavoz.
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