El líder tayiko, Emomalí Rajmón, fue
investido hoy como presidente, cargo que ejercerá hasta 2020, tras ganar
las elecciones celebradas el pasado 6 de noviembre que fueron
criticadas por Occidente por su falta de pluralismo.
Rajmón,
que dirige con mano de hierro este país limítrofe con Afganistán desde
1992, asumió el cargo por cuarta vez durante una ceremonia en la lujosa
residencia presidencial construida recientemente por un arquitecto
italiano.
"En nombre del ser supremo y de la vida de los 8
millones de habitantes del país, juro que mi fuerza y conocimiento los
dedicaré al bienestar del pueblo y el país", dijo con una mano sobre la
Constitución de la república centroasiática.
Rajmón, de 61
años, subrayó que desde que asumió la Presidencia por vez primera hace
más de veinte años es fiel al pueblo tayiko y se mostró dispuesto a "dar
su vida" por su país, considerado el más pobre de la comunidad
postsoviética.
El mandatario subrayó la importancia del
desarrollo de la economía, la protección social y la defensa nacional,
garantizar la seguridad energética y romper el aislamiento en materia de
transporte.
Seguidamente, asistió a una desfile militar en el
que participaron más de siete mil efectivos y se dio un baño de masas a
bordo de un automóvil descapotable.
Rajmón fue reelegido con
el 83,6 % de los votos en unos comicios cuestionados por la misión de
observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en
Europa (OSCE).
Los observadores europeos criticaron
especialmente el elevado número de firmas, 210.000, requerido para la
inscripción de las candidaturas, lo que dejó fuera a la candidata del
opositor Partido del Renacimiento Islámico de Tayikistán (PRIT), Oinijol
Bobonazárova.
Por esa razón, el PRIT, que había forjado por
vez primera en la historia del país un bloque electoral llamado Unión de
Fuerzas Reformistas por unas Elecciones Democráticas, decidió no
participar en los comicios.
El PRIT asegura que no defiende
una revolución islámica, rechaza la instauración de un califato y
tampoco tiene intención de imponer el "burka", pero reconoce que
Occidente nunca aceptaría un Gobierno islámico en Asia Central, ante la
amenaza de la propagación del integrismo desde el vecino Afganistán.
Si no vuelve a reformar la Constitución, como ya hizo en 2003 por
poder postular a un nuevo mandato, este será el último mandato
presidencial de Rajmón.
En diciembre de 1992, Rajmón, entonces
Rajmónov, fue elegido presidente del Soviet Supremo de Tayikistán,
(jefe de Estado, ya que había sido eliminada la figura de presidente), y
desde ese cargo encabezó la guerra contra los islamistas, contienda que
causó unos 100.000 muertos y dejó el país en la ruina.
Cerca
de un millón de tayikos trabajan fuera del país, y, según datos del
Banco Mundial, el año pasado Tayikistán ocupó el primer lugar en el
mundo por remesas en relación al producto interior bruto, con el 48 %.
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