El consorcio Gazprom, que suministra el 25 %
de todo el gas que consume la Unión Europea, advierte que Ucrania pone
en peligro el tránsito del gas ruso a los países europeos durante el
próximo invierno con su decisión de no comprar más combustible azul al
monopolio estatal ruso.
Después de cesar las compras de gas
ruso la pasada semana por la negativa de Moscú de revisar los precios,
desorbitados según Kiev, la estatal gasística ucraniana Naftogaz ha
recurrido a las reservas que guarda en depósitos subterráneos para
abastecer a sus propios consumidores, informaron hoy medios rusos.
Las dos empresas mantuvieron la víspera una reunión para buscar
soluciones a toda una serie de conflictos que caracteriza desde hace
años su relación comercial, pero por enésima vez abandonaron la mesa de
negociaciones sin apenas acercar posturas.
Gazprom teme que el
ritmo con el que ya vacía Naftogaz los depósitos subterráneos, antes
incluso de que haya llegado el frío, hará imposible el tránsito de gas
ruso a Europa en invierno, ya que las reservas no serán suficientes para
compensar el combustible que recogen los consumidores ucranianos en su
paso por los gasoductos que unen Rusia y la UE.
"Recibimos un
torrente de llamadas. Los consumidores en Europa están preocupados por
la difícil situación. Todos entienden los riesgos. Estamos dispuestos a
buscar compromisos y esperamos encontrar la solución", dijo a los
periodistas el director adjunto del gigante gasístico ruso, Vitali
Markélov.
El acuerdo entre Rusia y Ucrania que regula el
tránsito de gas ruso a la UE permite a Kiev retirar de los gasoductos
parte del combustible para redistribuirlo a sus propios clientes como
forma de pago por el uso de su infraestructura.
El gas
destinado para Europa "entra por el Este de Ucrania", explicó Markélov,
donde también se encuentra la mayoría de los consumidores que se
benefician del combustible retirado como forma de pago, y vuelve a
reponerse en los gasoductos desde los depósitos subterráneos de reserva,
situados en la parte occidental del país de tránsito.
Por si
fuera poco, el monopolio ruso advirtió que el volumen de gas existente a
día de hoy en los depósitos ucranianos ya es insuficiente para
garantizar el suministro continuo a los clientes europeos.
Para garantizar el abastecimiento durante un invierno frío, con picos de
demanda entre los clientes europeos, se necesita disponer de al menos
21.500 millones de metros cúbicos de gas en los depósitos de Ucrania
occidental, recuerda Gazprom.
La compañía rusa asegura que en
la actualidad, la reserva dispone de 17.000 millones de metros cúbicos
de combustible, que podrían reducirse en hasta otros 4.000 millones de
metros incluso antes de que lleguen los meses más fríos.
Muchos expertos temen que se repita este invierno otra "guerra del gas"
que ya protagonizaron Moscú y Kiev en 2006 y 2009, y en las que incluso
se llegó a cortar el suministro, afectando a los consumidores europeos.
Desde entonces, el Kremlin ha dado prioridad al tendido de nuevos
gasoductos que esquivan Ucrania (Nord Stream y South Stream), mientras
que la Unión Europea busca vías alternativas de suministro de carburante
que no procedan de Rusia ni pasen por su territorio.
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