El director del ballet del teatro Bolshói,
Serguéi Filin, no pudo reconocer durante el juicio que se celebra hoy en
Moscú al agresor que confesó haberle rociado la cara con ácido hace
casi un año.
A la pregunta del magistrado sobre si reconocía a
los acusados de la brutal agresión, Filin lo hizo con el presunto autor
intelectual del delito, el bailarín Pavel Dmitrichenko, y dijo no
conocer a Yuri Zarutski, autor confeso del delito, ni a Andréi Lipátov,
el conductor que llevó a este al lugar del crimen.
El agresor
"iba encapuchado, sólo se le veían los ojos", dijo Filin, que rememoró
ante el tribunal el dolor y el sufrimiento que padeció aquel 17 de enero
en el que casi se queda totalmente ciego.
"No voy a hablar de
cómo caí al suelo, de cómo me arrastré, mi cara estaba siendo
desgarrada. Tuve suerte de que había caído nieve, blanca y limpia, y
pude restregar mi cara en ella. Quería que alguien me escuchara, que
alguien saliera del portal. El dolor era insoportable, fue algo
horrible", recordó.
Filin también presentó una demanda civil
para exigir a los responsables del delito 3,5 millones de rublos (80.000
euros) por los daños morales y materiales que ha sufrido.
Diez meses después del ataque, el fiscal trata de demostrar que los tres
imputados conspiraron para asaltar en enero pasado a Filin, quien ha
tenido que ser sometido a 23 operaciones quirúrgicas en Alemania para
recuperar parcialmente la vista.
El director de la compañía de
ballet aseguró hoy que Dmitrichenko, que no reconoce su culpabilidad,
sentía una gran animadversión contra él y reunía información
comprometedora para perjudicarle.
"Dmitrichenko hacía todo lo
posible para calumniarme y ponerlo todo en mi contra. Trataba de
encontrar cualquier información comprometedora. Me avisaron que se
estaban buscando mis cuentas, mis amantes", explicó Filin al magistrado.
Según la acusación, Dmitrichenko habría encargado a Zarutski el
ataque contra Filin al considerar que el director de la compañía
relegaba a un segundo plano a su esposa, la también bailarina del
Bolshói Angelina Vorontsova.
Supuestamente, el bailarín
también estaba enfadado con Filin tanto por el reparto de papeles como
por la distribución de los honorarios entre los artistas.
Filin regresó a Moscú el pasado septiembre después de ser tratado
durante más de medio año en el hospital universitario de la ciudad
alemana de Aquisgrán.
Tras sufrir quemaduras de tercer grado
en la cara y los ojos, los médicos lograron que el agredido recuperara
el 80 por ciento de la visión del ojo izquierdo y parte de la visión del
derecho, con el que ya puede distinguir objetos y símbolos de gran
tamaño.
Aún tendrá que someterse aún a varias operaciones de
cirugía, Filin no podrá por el momento reanudar su labor como director
artístico, cargo que ejerce provisionalmente Galina Stepanenko, aunque
sí supervisará el trabajo del ballet desde las bambalinas.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: