El primer ministro de Georgia, Bidzina
Ivanishvili, cumplió hoy con su promesa de dejar el cargo una vez
hubiera desbancado del poder al presidente, Mijaíl Saakashvili, al
anunciar el nombre de su sucesor, Irakli Garibashvili.
"Esta
es una decisión acertada que ha sido apoyada unánimemente por todo el
equipo de Gobierno. En el puesto de ministro de Interior logró grandes
éxitos", afirmó Ivanishvili en rueda de prensa en Tiflis.
Garibashvili asumirá oficialmente el cargo el 24 de noviembre, una vez
que el Parlamento apruebe su candidatura, lo que se da por descontado ya
que la actual coalición gobernante cuenta con mayoría en el
Legislativo.
Licenciado en relaciones internacionales por las
universidades de Tiflis y Sorbona, pese a su juventud (31 años), es
considerado un brillante gestor, además de estrecho aliado de
Ivanishvili, para quien trabajó durante años al frente de sus proyectos
de mecenazgo.
"Garibashvili tiene todas las cualidades
necesarias para ser primer ministro. Es un persona muy digna que cuenta
con el apoyo de todo el Ejecutivo", señaló Kaja Kaladze, viceprimer
ministro y titular de Energía.
Hace un año asumió la
complicada misión de reformar un ministerio, el de Interior, acusado de
ser el principal instrumento de represión de Saakashvili y, según sus
partidarios, ha logrado su cometido con creces.
Precisamente,
la caída en desgracia de Saakashvili se fraguó en septiembre de 2012, en
vísperas de las elecciones parlamentarias, con el escándalo de la
divulgación de un vídeo con torturas a reclusos en una prisión de
Tiflis.
El estreno de Garibashvili como primer ministro será
la cumbre entre la Unión Europea y los países de la Asociación Oriental
(Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania) que se
celebrará a finales de noviembre en Vilna.
Debido a la
reciente reforma constitucional, el primer ministro ostenta casi todo el
poder ejecutivo en Georgia, incluido la política exterior, mientras el
presidente se limita a ejercer funciones representativas.
De
esta forma, el multimillonario Ivanishvili, que apenas lleva un año en
el poder, cumple con su promesa de dejar el cargo tras desbancar a
Saakashvili, principal aliado de EEUU en el Cáucaso y que dirige este
país desde la Revolución de las Rosas de 2003.
"Dijo que
dejaría la política y lo ha cumplido. Lo más importante que ha hecho
Ivanishvili es devolver la fe a los georgianos en que el pueblo puede
asumir las riendas de su propio destino y mejorar sus vidas", dijo a Efe
el politólogo Petre Mamradze.
Primero, Ivanishvili ganó las
elecciones legislativas de octubre de 2012 al frente de la coalición
Sueño Georgiano y recientemente su candidato, Gueorgui Margvelashvili,
se alzó con la victoria en las presidenciales.
En opinión de
Mamradze, "el sistema instaurado por Saakashvili se ha venido abajo: los
inocentes ya no son detenidos, los empresarios no ven sus activos
requisados, los presos no son torturados. El miedo ha desaparecido de la
sociedad".
Al mismo tiempo, recordó que Ivanishvili deja el
Gobierno, pero no su actividad social, ya que adelantó que invertiría
toda su fortuna durante los próximos 20 años en el desarrollo de la
sociedad civil.
"Si Georgia no construye una sociedad civil,
entonces regresará de nuevo al pasado sin romper el círculo vicioso de
la búsqueda de un mesías. En Georgia no hay ni partidos, ni sindicatos
ni instituciones fuertes. No hay inmunidad contra un retorno al pasado",
agregó.
Mientras, Soso Tsintsadzde, profesor de la
Universidad Georgiano-Estadounidense, advierte que "no hay que caer en
la euforia".
"La incógnita radica en si la sociedad está
preparada para la ausencia de un mesías. El frágil sueño de los
georgianos es no conocer el apellido del primer ministro, pero tener
llenos los bolsillos y el frigorífico", señaló a Efe.
Durante
los últimos 12 meses, el Gobierno de Ivanishvili ha creado seguros
sanitarios para 2,5 millones de georgianos y concedido créditos a
170.000 agricultores.
Además, consiguió levantar el embargo a
los productos georgianos por parte de Rusia, en particular el agua y el
vino, lo que multiplicó por dos el volumen comercial bilateral.
A diferencia de Saakashvili, el equipo de Ivanishvili se propone
normalizar las relaciones con Rusia, rotas desde la guerra por el
control de la separatista Osetia del Sur de agosto de 2008, al tiempo
que continúa su acercamiento a la Unión Europea.
Ahora, según
algunos analistas, el próximo paso para Ivanishvili podría ser abrir un
proceso penal contra Saakashvili por obstruir la investigación de la
muerte en 2005 del primer ministro, Zurab Zhvania; ordenar la invasión
de Osetia del Sur y la disolución violenta de un mitin opositor en
Tiflis en mayo de 2011, en la que murieron tres manifestantes y un
policía.
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