Los reyes Guillermo-Alejandro y Máxima de
Holanda se reunirán finalmente la próxima semana con el presidente ruso,
Vladímir Putin, después de que se pusiera en cuestión su visita oficial
a Rusia por la tensión diplomática desatada en los últimos tiempos
entre ambos países.
La reunión tendrá lugar el 8 de noviembre,
la fecha ya prevista antes de que se desatara el clima de desencuentro,
informó hoy la televisión neerlandesa NOS.
El objetivo del viaje es conmemorar los cuatro siglos de relación diplomática y comercial entre Amsterdam y Moscú.
El broche final a la visita lo pondrá un recital de la Concertgebouw
Orchestra en el que serán invitados de honor Guillermo y Máxima.
Hace unas semanas, el diplomático neerlandés Onno Elderenbosch fue
asaltado en su domicilio de Moscú por dos personas que se hicieron pasar
por electricistas y que lo maniataron y supuestamente dejaron notas
relacionadas con la política holandesa de defensa de los derechos de los
homosexuales y transexuales.
El asalto, en el que el diplomático resultó herido leve, desató fuertes reacciones políticas en La Haya.
Los laboristas (PvdA) en la coalición de Gobierno y los
demócrata-liberales (D66) incluso pidieron la paralización de los actos
de conmemoración de este aniversario.
Los liberales de izquierda plantearon también interrogantes a la visita.
El ministro holandés de Asuntos Exteriores, Frans Timmermans, llamó
al día siguiente a consultas al embajador de Rusia en la Haya y habló
por teléfono con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
El
incidente con Elderenbosch se produjo poco después de la detención del
diplomático ruso en La Haya Dimitri Borodín, que presuntamente estaba
borracho y, según una denuncia a la policía, maltrataba a sus hijos de
cuatro y dos años.
Moscú exigió disculpas que solo fueron
ofrecidas por el Ejecutivo neerlandés tras comprobar que la detención no
cumplió con las leyes internacionales.
Por otra parte, el
Gobierno del liberal Mark Rutte tiene abierto un proceso de arbitraje
contra Rusia para conseguir la liberación de los activistas del
rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace, detenido en ese país cuando
navegaba bajo bandera holandesa.
Los roces entre Moscú y la
Haya comenzaron este año con el polémico suicidio en Holanda del
refugiado ruso Aleksander Dolmatov.
Dos periodistas holandeses
tampoco han recibido visados para trabajar en Rusia, que además de
bloquear la importación de las patatas holandesas prohibió por unos
meses la entrada de carne de ternera procedente de este país.
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