El Estado bielorruso confiscará el coche a
los conductores ebrios reincidentes, en virtud de una nueva ley que
entró hoy en vigor tras ser propuesta por el presidente, Alexandr
Lukashenko.
Según la nueva ley, en caso de que el conductor
sea pillado una segunda vez con niveles de alcohol en la sangre por
encima de los permitidos, se incoará un expediente penal y su automóvil
le será requisado para siempre.
El automóvil será confiscado,
independientemente de que el conductor del mismo no sea su propietario,
con la salvedad de los coches robados.
Lukashenko promulgó la
ley en junio pasado, ya que anualmente en Bielorrusia son detenidos más
de 55.000 conductores ebrios, según informan las agencias rusas.
Los coches requisados serán vendidos en subastas públicas y el dinero
recaudado será destinado a asistir a las personas afectadas por
accidentes causados por conductores en estado ebrio.
Por otra
parte, también se ha aumentado hasta 3 años el plazo de privación de
permiso de conducir y hasta 1.500 dólares de multa para los
automovilistas que superen los límites de alcohol permitidos.
La nueva ley también contempla penas de cárcel de siete años para los
conductores ebrios que sean los causantes de la muerte de una persona y
de diez años si las víctimas mortales son dos o más.
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