Rusia ha expulsado a casi 40.000 inmigrantes
en lo que va de año, informó hoy el subdirector del Servicio Federal
ruso de Migración (SFM), Nikolái Smorodin.
"Este año cerca de
38.000 personas han sido expulsadas del territorio de la Federación Rusa
y otras 1.667, deportadas", dijo el número dos del SFM, citado por las
agencias locales, en una mesa redonda sobre inmigración y tolerancia
celebrada en la Duma del Estado, la Cámara de Diputados de Rusia.
Según el FMS, actualmente en el país viven de manera permanente o temporal 11,3 millones de extranjeros.
"Los procesos migratorios se desarrollan con mayor dinamismo en en
las grandes ciudades y centros industriales", indicó Smorodin, quien
señaló que sólo en Moscú se han empadronado 1,5 millones de extranjeros.
Agregó que en los primeros nueve meses del año entraron en Rusia 15
millones de extranjeros, lo que representa un incremento del 10 por
ciento respecto al mismo período de 2012.
En ese mismo lapso,
añadió el subdirector del FMS, las autoridades rusas concedieron
permisos de trabajo a un millón de extranjeros.
De acuerdo con
estimaciones oficiales, para comienzos de año en Rusia había 3,3
millones de inmigrantes ilegales, en su mayoría procedentes de las
antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central y Ucrania.
En
los últimos días, las autoridades de Moscú han lanzado una fuerte
ofensiva contra la inmigración ilegal después de los disturbios que se
produjeron en el barrio moscovita de Biryuliovo el domingo pasado, tras
el asesinato de un joven ruso cometido presuntamente por un ciudadano
azerbaiyano, que ya fue detenido.
Cerca de 2.000 extranjeros
fueron detenidos anoche en la capital rusa con el fin de verificar si
están legalmente en el país, informó hoy la oficina de prensa de la
Policía de Moscú.
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