El ministro ruso de Exteriores, Serguéi
Lavrov, defendió hoy que la Justicia debe seguir su curso en el caso de
los activistas del rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace detenidos
en Rusia, y aseguró que Moscú no interferirá en ese proceso.
"La Justicia debe seguir su curso y no hay que interferir", aseguró
Lavrov en una rueda de prensa tras reunirse con su homólogo belga,
Didier Reynders, que le trasladó la preocupación del Parlamento nacional
por la situación.
El ministro ruso subrayó que su Gobierno no
se inmiscuirá en la investigación en curso por la supuesta violación de
varias normas internacionales y rusas por parte de los detenidos, que
son acusados de piratería y pueden ser condenados a hasta 15 años de
prisión.
Además, recordó que Moscú se dirigió en varias
ocasiones a Holanda, bajo cuya bandera navegaba el "Artic Sunrise", con
motivo de las acciones ilegales del rompehielos y que las preguntas no
recibieron respuesta.
El Gobierno holandés anunció el pasado 4
de octubre el inicio de un proceso de arbitraje contra Rusia, basado en
tratados sobre el Derecho del Mar, para conseguir la liberación de los
activistas, que han visto rechazadas sus peticiones para salir de la
cárcel.
Una treintena de activistas y el capitán del buque
permanecen en prisión preventiva desde hace casi un mes, cuando el barco
fue interceptado por la guardia de fronteras rusa mientras protestaba
contra una explotación petrolera en el Ártico.
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