Rusia recordó hoy a Holanda, país que anunció
el viernes el inicio de un proceso de arbitraje contra Rusia debido al
apresamiento del "Arctic Sunrise", que le conminó a atajar las acciones
ilegales del rompehielos de Greenpeace en el Ártico ruso.
"Rusia se dirigió en varias ocasiones a Holanda, origen de la bandera
(del "Arctic Sunrise"), para que atajara las acciones ilegales del
buque. Lamentablemente, esto no se hizo", dijo Alexéi Meshkov,
viceministro de Exteriores de Rusia, a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
El diplomático destacó que, por ello, Rusia "tiene muchas más
reclamaciones que hacer hacia la parte holandesa que las que puedan
tener ellos".
"Todo lo que ocurrió con el 'Arctic Sunrise' fue
una clara provocación", agregó, en alusión a la acción de protesta
organizada por los activistas de Greenpeace el pasado 19 de septiembre
contra la explotación del Ártico ruso por parte del consorcio Gazprom.
El Ministerio holandés de Asuntos Exteriores confirmó ayer a Efe en
Amsterdam que el responsable de la cartera, Frans Timmermans, ha
iniciado el proceso de arbitraje basándose en tratados sobre el derecho
del mar.
Si las partes no llegan a un acuerdo en el plazo de
dos semanas, Holanda acudirá al Tribunal Internacional del Derecho del
Mar, con sede en Hamburgo (Alemania).
Timmermans, que ha
abordado este asunto con su colega ruso, Serguéi Lavrov, busca la
liberación de los 30 tripulantes del "Arctic Sunrise", entre los que
figuran dos holandeses, mientras que el resto son de otras 17
nacionalidades.
El Comité de Instrucción de Rusia ha informado
de que todos los tripulantes del buque remolcado hasta el puerto de
Múrmansk han sido acusados de piratería en virtud del artículo 227 del
código penal, delito que se castiga en este país con 15 años de cárcel.
El Kremlin aseguró ayer que el presidente ruso, Vladímir Putin, no
ordenó procesar a los tripulantes del rompehielos de Greenpeace, ya que
"él (Putin) no puede interferir en la labor de los órganos de
instrucción".
Putin ha manifestado que los activistas de la
organización ecológica, "por supuesto, no son piratas, pero, de hecho,
intentaban asaltar la plataforma", "Prirazlómnaya" del gigante
energético ruso Gazprom (mar de Bárents).
Greenpeace ha
tachado de "absurdas" las acusaciones de piratería, aduciendo que las
acciones de sus activistas son siempre pacíficas, mientras el presidente
del Consejo de Derechos Humanos adjunto al Kremlin, Mijaíl Fedótov, las
calificó de infundadas.
Por su parte, Gazprom asegura que la
protesta de Greenpeace no impedirá que las labores de extracción en la
plataforma flotante comiencen a finales de este año, tras lo que espera
convertirse en la primera compañía que comercializa crudo extraído del
Ártico.
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