El Comité de Instrucción (CI) de Rusia
anunció hoy que ha incoado una causa penal por piratería contra la
tripulación del rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace, que el
pasado día 19 protestó contra la exploración petrolífera en el Ártico
ruso.
"Todos los que asaltaron la plataforma (petrolífera
Prirazlómnaya del monopolio energético ruso Gazprom) serán acusados
independientemente de su ciudadanía", afirmó el portavoz del CI,
Vladímir Markin, citado por las agencias rusas.
Agregó que la
investigación se llevará a cabo "estrictamente conforme a las normas de
la legislación rusa y el Derecho internacional".
Mientras, más
de medio centenar de organizaciones no gubernamentales (ONG) y 370.000
personas de todo el mundo han firmado peticiones exigiendo liberar la
tripulación del barco de Greenpeace detenida el pasado jueves por
guardacostas rusos en aguas del Ártico.
Las ONG que firmaron
ayer una misiva al presidente ruso, Vladímir Putin, señalaron que la
detención de los 27 activistas de Greenpeace -bajo custodia por quinto
día consecutivo a bordo del rompehielos que hoy llega remolcado al
puerto de Múrmansk- es "particularmente cínica" en el Año de la
Protección de la Naturaleza.
El propio Putin acudirá hoy al Foro Ártico Internacional que arranca en la ciudad de Salejard.
Con anterioridad, Mijaíl Kreindlin, empleado de la oficina moscovita
de Greenpeace, recordó en una entrevista a Efe que "conforme al artículo
227 del Código Penal ruso, la piratería es un asalto con el uso de la
fuerza con el fin de apropiarse de bienes ajenos".
Algo que
obviamente, dijo, no fue el caso de los activistas de Greenpeace que
intentaron desembarcar en la Prirazlómnaya para protestar.
La
guardia de fronteras rusa abrió fuego de advertencia contra el "Arctic
Sunrise" y luego detuvo el barco después de que activistas de Greenpeace
partiesen del rompehielos en lanchas neumáticas hacia la Prirazlómnaya
para encadenarse a ella en protesta contra la exploración de petróleo en
el Ártico.
El gigante energético planea comenzar la
producción de petróleo en esa plataforma en el primer trimestre de 2014,
lo que, según la ONG, aumenta el riesgo de que se produzca un vertido
de crudo en un área que contiene tres reservas naturales protegidas por
la propia legislación rusa.
A finales de agosto, el mismo
rompehielos fue interceptado por la guardia de fronteras rusa en la ruta
del mar del Norte, donde los activistas de Greenpeace intentaron llevar
a cabo otra acción de protesta contra la exploración geológica de las
regiones del Ártico de cara a la extracción de petróleo
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