Expertos rusos pusieron hoy en serias dudas
de que Siria sea capaz de destruir su arsenal de armas químicas para
mediados de 2014, como prevé el acuerdo alcanzado en Ginebra por Rusia y
Estados Unidos.
"En lo que se refiere a los plazos, creo que
llevará unos dos años. En un año no lo logrará. Este es un plazo
demasiado corto", dijo Alexandr Gorbovski, profesor y experto en armas
químicas, citado por las agencias locales.
El especialista
estimó en "mil toneladas de sustancias tóxicas" las reservas sirias, lo
que incluiría sarín, gas mostaza y VX, el más mortífero de todos esos
agentes químicos.
"Antes de proceder a su destrucción, hay que
comprobar los equipos y someter a pruebas la tecnología (...) e
instruir al personal. Sólo para fabricar y probar los equipos en
territorio neutral se necesitan, como demuestra la experiencia rusa,
unos tres meses", dijo.
Gorbovski, que integró durante 15 años
la delegación rusa ante la Organización Internacional para la
Prohibición de las Armas Químicas, conminó a la comunidad internacional a
no precipitarse en el proceso de destrucción del arsenal químico sirio.
"No hay que olvidar que estamos tratando con unas armas muy serias y malvadas", dijo.
Puso como ejemplo a Libia, que lleva ya bastante tiempo destruyendo
sus armas químicas y a la que aún le falta un año como mínimo para
completar la labor, que se efectúa con equipos italianos y asesoramiento
estadounidense.
En la misma línea, Zinovi Pak, antiguo
director general de la Agencia Rusa de Municiones, aseguró que será muy
difícil que la comunidad internacional libere el país árabe de armas
químicas para mediados del próximo año.
"Sería fantástico
(...), pero me temo mucho que si alguien quiere lograrlo se topará con
muchos problemas. Ese objetivo será difícilmente realizable, a no ser
que hagan como los alemanes, que hundieron sus arsenales químicos en el
mar Báltico", dijo Pak, quien también supervisó en su momento el desarme
químico ruso.
En su opinión, para empezar, las Fuerzas
Armadas sirias deben ceder el control sobre esas armas químicas a una
estructura gubernamental civil, mientras el Ejército se limitaría a
garantizar su seguridad.
Además, advirtió del peligro de su
transporte a otro país, ya que, además de la amenaza para la seguridad
de las personas, los traslados pueden ser aprovechados por los
terroristas para cometer un atentado, advertencia reiterada por
Gorbovski, que descartó su traslado a Rusia por motivos legales.
Rusia y EEUU alcanzaron el pasado viernes en Ginebra un acuerdo para
el desmantelamiento del arsenal químico del régimen de Bachar al Asad,
al que varias cancillerías occidentales acusan de utilizar las armas
químicas contra su población.
Según el secretario de Estado
norteamericano, John Kerry, los inspectores deben completar la visita y
evaluación de los almacenes e instalaciones de producción de armas
químicas en Siria antes de finales de noviembre, mientras que el país
árabe deberá quedar libre de ese armamento antes de mediados de 2014
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