l presidente ruso, Vladímir Putin, anunció
hoy la reapertura de la base militar situada en las islas de
Novosibirsk, en el océano Glacial Ártico, para garantizar la seguridad
en la ruta marítima ártica, alternativa al canal de Suez.
"Acordamos que no sólo restauraremos la base militar, sino que pondremos
en orden el aeródromo", afirmó Putin durante una videoconferencia con
el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, citado por las agencias locales.
De esta forma, agregó, "haremos posible su participación en la labor
conjunta con representantes del Ministerio para Situaciones de
Emergencias, hidrólogos y expertos en el estudio del clima para
garantizar la seguridad y la eficacia del trabajo en la Ruta Marítima
Septentrional".
"Nuestros militares se fueron en 1993 de allí,
que es un lugar muy importante en el océano Glacial Ártico, una nueva
etapa en la exploración de la Ruta Marítima Septentrional", destacó.
En respuesta, el comandante en jefe del Flota del Norte, el almirante
Vladímir Koroliov, adelantó que el 1 de octubre el aeródromo que se
encuentra en el archipiélago de Novosibirsk podrá recibir ya aviones y
helicópteros.
Varios barcos de la Flota del Norte, entre ellos
el acorazado atómico "Piotr Veliki", alcanzaron el pasado 12 de
septiembre las citadas islas con el fin de reconstruir el aeródromo,
construir un embarcadero e instalar un punto de comunicación espacial y
un centro médico.
Las islas de Novosibirsk están situadas al
norte de la república siberiana de Saja, entre el mar de Láptev y el mar
de Siberia Oriental.
Putin promulgó una ley que regula por
vez primera la navegación por la ruta marítima ártica, considerada la
alternativa al canal de Suez y que podría revolucionar el transporte
mundial de mercancías.
Uno de los objetivos de esa ley es
fomentar la construcción de modernas infraestructuras que garanticen la
seguridad de los buques a lo largo de "esta vía (ártica), que es
prácticamente un tercio más corta que la ruta tradicional", según el
líder ruso.
La considerable reducción de la capa de hielo que
cubre el océano Glacial Ártico debido al calentamiento global permitió
en 2010 que un petrolero ruso abriera este itinerario con la ayuda de
varios rompehielos.
Un barco tiene que recorrer 10.600
kilómetros para llegar por el norte desde la ciudad rusa de Múrmansk
(mar de Bárents, cerca de la frontera con Noruega y Finlandia) al puerto
chino de Shanghái, mientras que si opta por cruzar el canal de Suez
necesita surcar 17.700 kilómetros.
Rusia es el único país del
mundo que cuenta con una flota de rompehielos atómicos, por lo que
tendría el monopolio de la ruta.
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