El gobierno alemán apremió hoy a Rusia, en
tanto que aliado tradicional de Siria, a presionar sobre Damasco para
que puedan hacerse efectivos los acuerdos sobre las armas químicas
sirias alcanzados entre Estados Unidos y Moscú.
"Hay dos cosas
decisivas: en primer lugar, que al anuncio sirio de someterse al
control y destrucción de sus armas químicas sigan hechos. En segundo
lugar, que Rusia, como potencia protectora del dictador, ejerza la
suficiente presión sobre el régimen", apuntó el ministro alemán de
Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle.
Damasco no debe poder
seguir jugando a "ganar tiempo", sostiene el ministro, en un comunicado
difundido hoy por su departamento.
El régimen sirio debe
demostrar "desde el primer día" que está dispuesto a ceñirse al
"espíritu" de lo acordado entre Rusia y Estados Unidos, en Ginebra.
Las declaraciones de Westerwelle siguen al primer pronunciamiento de
Berlín, ayer sábado, tanto del ministro como de la canciller Angela
Merkel, celebrando los acuerdos anunciados por el secretario de Estado
John Kerry y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
"A las palabras
deben seguir actos", advirtieron a continuación tanto la jefa del
gobierno alemán como su titular de Exteriores.
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