Rusia y Siria manifestaron hoy su confianza
en que, pese a la gravedad de la situación, aún hay margen para un
arreglo político al conflicto sirio, pero advirtieron de que una
intervención militar desde el exterior podría arruinar esa posibilidad.
Así lo expresaron los ministros de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi
Lavrov, y sirio, Walid Muallen, tras sus conversaciones en Moscú, un día
antes de que el presidente de EEUU, Barack Obama, se dirija a la
población de su país para explicar su anunciada decisión de atacar
objetivos militares en Siria.
El mensaje de Obama coincidirá
con el comienzo del debate en el Congreso de EEUU sobre la decisión de
lanzar un ataque "limitado" contra objetivos del régimen del presidente
sirio, Bachar al Asad, en represalia por un presunto ataque con armas
químicas contra la población civil, que Washington considera demostrado.
"Hemos acordado unos pasos prácticos que vamos a dar en contacto con
otros Estados con el fin de dar una oportunidad de que se plasme un
arreglo político", dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con su
colega sirio.
El jefe de la diplomacia rusa agregó que, pese a
"toda la gravedad de la situación", Moscú y Damasco están convencidos
de que "aún hay posibilidades de un arreglo político" al conflicto en el
país árabe.
Dijo que Rusia en los últimos años ha mantenido
contactos con todos los grupos sirios sin excepción y que "continuará
trabajando para persuadirles de que no hay alternativa a una conferencia
internacional de paz".
"Si en estos contactos entendemos que
puede ser útil para la causa, no descartamos invitar a Moscú a todos los
que están interesados en la paz en Siria, a los que están interesados
en un arreglo político y rechazan un guión militar", dijo Lavrov.
Muallem, a su vez, señaló que "no están agotadas las posibilidades
diplomáticas para un arreglo político", que -subrayó- es la única
solución a la crisis en su país.
Expresó también la
disposición del Gobierno de Damasco de volver a recibir a la comisión de
expertos de la ONU que investigó sobre el terreno un "posible empleo de
armas químicas".
El canciller ruso repitió la tesis de que
son los grupos opositores sirios los que han usado armas químicas a fin
de culpar al régimen de Al Asad y provocar una intervención militar
exterior.
"A mi modo de ver, tenemos pruebas suficientes",
contestó Lavrov a la pregunta de si Moscú tenía pruebas de que la
oposición haya utilizado ese tipo de armas.
Según el canciller
sirio, Damasco está dispuesto a acudir "sin ningún tipo de condiciones"
a una conferencia internacional de paz para resolver mediante
negociaciones el conflicto que desde hace dos años desgarra Siria.
"Pero si se produce una agresión, nuestra posición cambiará", advirtió Muallem.
El jefe de la diplomacia siria entregó a Lavrov un mensaje de Al Asad
destinado al presidente ruso, Vladímir Putin, en el que le agradece la
postura del Kremlin frente al conflicto en Siria, en particular en la
reunión del G20 que se celebró la semana pasada en San Petersburgo, la
antigua capital imperial rusa.
Al término de esa reunión, el
jefe del Kremlin recalcó la oposición de Rusia a una intervención
extranjera en Siria y adelantó que ayudará al país árabe en caso de que
sea atacado desde el exterior.
"¿Vamos a ayudar a Siria? Sí",
así de claro fue Putin en la rueda de prensa final de la cumbre del G20
al contestar a una pregunta sobre qué hará Moscú en caso de una
intervención militar exterior en Siria.
Acto seguido, el presidente ruso agregó: "Ya estamos ayudando. Suministramos armas y cooperamos en el terreno económico".
En la rueda de prensa de hoy, Lavrov expresó también la preocupación
de Moscú por la suerte de los ciudadanos rusos que se encuentran en
Siria y cuyas vidas podrían verse amenazadas en caso de un ataque de
EEUU al país árabe.
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