Alrededor de dos centenares de personas
participaron hoy en París en un acto de protesta contra la homofobia en
Rusia ante la embajada de ese país, durante la que lo más significativo
fueron los besos entre personas del mismo sexo.
Algunos de los
asistentes al acto, convocado por colectivos homosexuales y feministas,
se pusieron para besarse caretas que representaban al presidente ruso,
Vladimir Putin, mientras que otros optaron por maquillarse de forma muy
colorida.
La acción se llevó a cabo bajo un importante
despliegue policial que no permitió que los activistas se acercaran al
imponente edificio de la legación diplomática rusa, de forma que
tuvieron que quedarse en la acera de enfrente, separados por una avenida
con media docena de carriles de circulación para los coches.
Esta protesta, que coincide con otras similares en varias capitales,
llega en la semana en la que el relator de los derechos de los
homosexuales en el Consejo de Europa, el noruego Hakon Haugli, alertó
contra las leyes homófobas aprobadas en Rusia.
Hakon cargó
contra la ley que prohíbe la llamada propaganda homosexual para la que
pidió la abrogación y también instó a los parlamentarios rusos a que
impidan la adopción de otro proyecto legislativo que negaría la patria
potestad de los padres homosexuales sobre sus hijos.
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