El lanzamiento hoy por Israel de un misil del
tipo "Ancor", -señuelo en pruebas del sistema anti-misiles Jetz
(Arrow)-, desató las alertas de Rusia, cuyos radares lo detectaron, lo
que contribuyó a mantener la tensión en el Mediterráneo oriental.
Mientras esa lanzamiento balístico, que según Israel contó con la
colaboración de Estados Unidos, aumentaba la tensión en la región, el
presidente norteamericano, Barack Obama, pedía un voto "rápido" en el
Congreso para una acción militar "limitada" contra Siria.
Obama, que se mostró confiado en que logrará la autorización de los
legisladores, cuenta ya con el del presidente de la Cámara de
Representantes de EEUU, el republicano John Boehner.
"Esto es
algo que Estados Unidos, como país, necesita hacer", dijo Boehner en
declaraciones a los periodistas al salir de una reunión con Obama y
otros líderes demócratas y republicanos del Congreso, celebrada en la
Casa Blanca.
Sin embargo, aún es dudoso el apoyo del ex
aspirante a la Casa Blanca John McCain, a quien Obama ha recurrido para
el obtener apoyo del Congreso, pues el senador republicano dijo hoy que
tiene dudas si la acción es demasiado limitada.
Por el
contrario, numerosos miembros del Congreso, entre ellos el senador
demócrata Patrick Leahy, han señalado que sólo apoyarían una
autorización para el uso de fuerza militar si se trata de una acción
limitada en Siria.
Mañana, Obama iniciará una visita de dos
días a Suecia en la que mantendrá contactos con los principales
mandatarios nórdicos.
Además de abordar el ataque en el
palacio de Rosenbad, sede del Gobierno sueco, con el primer ministro,
Fredrik Reinfeldt, por la noche lo podrá tratar en la cena del jefe de
Gobierno que ha invitado a sus colegas noruego, Jens Stoltenberg;
danesa, Helle Thorning-Schmidt e islandés, Sigmundur Davíð Gunnlaugsson,
así como el presidente finés, Sauli Niinistö.
La visita a
Suecia precede a la cumbre del G20, el jueves y el viernes en San
Petersburgo (Rusia), donde Obama puede continuar con sus gestiones para
lograr apoyos a sus represalias militares.
No obstante, los
países nórdicos han apostado mayoritariamente hasta ahora por agotar la
vía de la negociación a través del Consejo de Seguridad de la ONU, salvo
Dinamarca, que ya ha manifestado su apoyo a una intervención.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, consideró hoy
que las advertencias del presidente sirio de que habrá repercusiones en
caso de ataque refuerzan su voluntad de actuar.
"Aquellos que
tenían dudas sobre las intenciones de Al Asad, ya no las pueden tener.
Habla de liquidar. Podría haber dicho gasear", señaló tras reunirse con
el presidente alemán, Joachim Gauck.
Entre los países aliados
de Bachar al Asad, hoy fue la presidenta del Consejo de la Federación de
Rusia (Senado), Valentina Matviyenko, quien instó al líder de la
mayoría en el Senado de Estados Unidos, el demócrata Harry Reid, a
evitar un ataque norteamericano contra Siria.
"Me dirijo a
usted con el llamamiento de que haga todo lo posible para que el drama
en Siria no se convierta en una catástrofe regional a gran escala", reza
la carta remitida por Matviyenko.
En El Líbano, el jefe de Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, analizó hoy con un enviado iraní la situación en Siria.
El presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política
Exterior del Parlamento de Irán, Alaeddin Boroujerdi, se había
entrevistado con el propio Bachar la víspera en Damasco y durante su
estancia en Líbano también se reunió con el jefe del Parlamento libanés,
Nabih Berri, y con el primer ministro designado, Talam Salam.
El presidente libanés, Michel Suliman, tras el encuentro con el enviado
iraní declaró que corresponde a Naciones Unidas y al Consejo de
Seguridad identificar y obligar a rendir cuenta a los que utilizaron
armas químicas en Siria.
Por su parte, la jefa de la
diplomacia europea, Catherine Ashton, dijo mediante un portavoz que
esperará a conocer las conclusiones del informe de los inspectores de la
ONU para pronunciarse.
En Londres, el ministro de Asuntos
Exteriores, William Hague. afirmó que su país seguirá buscando una
"firme respuesta internacional"
La Organización Internacional
para las Migraciones (OIM) será el organismo de la ONU encargado de
prestar asistencia médica y orientación a los 5.000 exiliados sirios en
el Líbano, a los que Alemania ha ofrecido asilo temporal.
A
esta cifra hay que sumar, un grupo adicional de 1.000 exiliados sirios
con familiares en Alemania, a los que también se les ha ofrecido asilo
en las mismas condiciones.
Alemania es, junto con Suecia, el país de la Unión Europea (UE) que más refugiados sirios han acogido entre 2012 y 2013.
Precisamente, las autoridades suecas han anunciado hoy que todos los
refugiados sirios que hayan obtenido asilo político en Suecia recibirán
sin distinción un permiso de residencia permanente.
El Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, tiene un plan para
hacer frente a un eventual aumento de refugiados sirios en los países
vecinos, que hoy han superado los dos millones.
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