Las inundaciones que afectan a varias
regiones del extremo oriente de Rusia han arruinado 575.000 hectáreas de
cultivos, informó hoy un alto cargo del Ministerio de Agricultura ruso.
"Se ha constatado la pérdida de los cultivos en una superficie de
575.000 hectáreas. Según cálculos preliminares, el daño se estima en
8.000 millones de rublos (unos 242 millones de dólares)", dijo la
fuente, citada por la agencia rusa Interfax.
La víspera, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que visitará próximamente las zonas afectadas por las riadas.
"Tenemos que evaluar todos los daños y elaborar un plan de
actividades concretas de las regiones y el Gobierno federal para
recuperar las infraestructuras destruidas", dijo el jefe del Kremlin.
Las regiones más afectadas por las riadas son las del Amur y
Jabárovsk, ambas fronterizas con China, donde han tenido que ser
evacuadas más de 20.000 personas.
Pese a la gravedad de las
inundaciones, provocadas principalmente por la crecida del río Amur, las
autoridades rusas no han informado de víctimas del desastre natural.
Mientras, las autoridades de la ciudad de Jabárovsk, de casi 600.000
habitantes, declararon que procederán a evacuar a la población si la
crecida del Amur alcanza los 7,8 metros, cota a la que según los
hidrólogos podría llegar en los próximos días.
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