El Kremlin defendió hoy la autenticidad de
la foto en la que aparece el presidente ruso, Vladímir Putin, con un un
lucio de 21 kilos de peso capturado por él mismo en un lago de la
república siberiana de Tuva, limítrofe con Mongolia.
"Yo vi
personalmente la báscula y estuve presente cuando fue pesado.
Efectivamente, pesaba más de 20 kilos", afirmó Dmitri Peskov, portavoz
del Kremlin, citado por las agencias locales.
Peskov también
negó que esa foto pertenezca a otro viaje que Putin realizó a Tuva en
2007, ya que la ropa y el reloj que llevaba en ambas visitas es
prácticamente la misma, según los blogueros rusos.
"Comprendo a
los blogueros. Es verano y no hay nada que hacer. Pero no tienen razón.
En cuanto a la ropa, no era ropa vieja, sino nueva", replicó.
Y, ante la ausencia de periodistas que puedan corroborar la veracidad
de la noticia, el funcionario explicó que normalmente los reporteros no
son invitados a las vacaciones del presidente.
"Lo reconozco,
este es mi primer lucio de este tamaño. Lo atrapé, pero no tragó el
anzuelo, por lo que tenía miedo de tirar demasiado fuerte y que se
rompiera el labio", aseguró el viernes Putin, citado por las agencias
locales.
Los guardabosques que acompañaron al líder ruso en su
jornada de pesca en el lago Tokpak-Jol le advirtieron de que el lucio
puede morder, a lo que Putin respondió: "Yo mismo le voy a morder".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que los guardabosques
reconocieron que no habían visto nunca un lucio tan grande por esos
lares.
"Putin tiró de él más de 30 minutos. Con el pescado
cocinaron unas croquetas muy sabrosas", señaló Peskov, quien reconoció
que durante largo rato el presidente no logró que los peces mordieran el
anzuelo.
Seguidamente, Putin se desplazó hasta el río Urbun,
un afluente del Yeniséi, en donde se le unió el primer ministro, Dmitri
Medvédev, con el que departió, pescó y se bañó.
Los rusos ya
están más que acostumbrados a las aventuras estivales de su presidente,
que ya ha ejercido de ballenero, motero, cazador, piloto de avión,
hidroavión y de fórmula uno, naturalista y bombero.
A mediados
de julio, Putin se sumergió a bordo de un batiscafo en las aguas del
golfo de Finlandia, región de Leningrado, para ver el buque de vela
"Oleg" hundido en 1869.
Esa fue la segunda vez que Putin se
sumerge en el agua en un batiscafo, ya que en agosto de 2009, cuando era
primer ministro, descendió 1.395 metros al fondo del lago Baikal, el
más profundo del planeta.
Más recientemente, en 2011,
protagonizó otra de sus tradicionales aventuras a lo desconocido, en
esta ocasión a un yacimiento arqueológico submarino en el mar Negro,
conocido como la Atlántida rusa, donde encontró dos ánforas.
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