El Banco Central de Rusia (BCR) se convertirá
en un superregulador financiero a partir de septiembre después de que
el presidente ruso, Vladímir Putin, promulgara hoy una ley que amplía
sus competencias de legislación, control y vigilancia a todas las
organizaciones financieras no crediticias.
El Banco Central
ruso asumirá las competencias reguladoras del Servicio Federal para los
Mercados Financieros (SFMF), que hasta ahora vigilaba y controlaba las
actividades de seguros, microfinanciación, cooperación crediticia,
fondos de pensiones y agencias de calificación de riesgos, entre otras.
La ley sobre el BCR amplía el mandato del presidente de la entidad de
cuatro a cinco años y crea en el seno del banco un comité de vigilancia
financiera que asumirá las competencias heredadas del SFMF.
El objetivo fundamental de la política monetaria del BCR, según una
disposición de la nueva ley, es garantizar la solidez de la divisa
nacional (rublo) a través de la estabilidad en materia de inflación con
el fin de conformar las condiciones oportunas para un crecimiento
equilibrado y sostenido de la economía.
Al mismo tiempo, el
regulador financiero ruso deberá representar y defender los intereses
legales de los accionistas y beneficiarios del sistema obligatorio de
seguridad social, y de los inversores y clientes de los fondos de
pensiones privados.
Además, el BCR asume la competencia para
simplificar el régimen de operaciones de caja para los trabajadores
autónomos y las pequeñas y medianas empresas.
La ley entrará
en vigor el próximo 1 de septiembre con la excepción de algunas de sus
disposiciones, que aún tardarán en aplicarse.
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