Colas kilométricas se han formado hoy frente a
la Catedral de Cristo Salvador de Moscú para venerar la cruz en la que
fue crucificado el apóstol San Andrés que llegó a la capital rusa
procedente de Grecia.
Entre los presentes, que esperan
pacientemente que abra la catedral a las 13:00 GMT, figuran muchos
padres con hijos, mujeres de avanzada edad y peregrinos que han llegado a
Moscú en autobús procedentes de otras provincias, según las agencias
locales.
Sólo los inválidos y las mujeres con bebés podrán
saltarse las agotadoras colas y acceder al templo, donde hoy hará acto
de presencia el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR), Kiril.
La IOR, que conmemorará próximamente el 1025 aniversario de la
cristianización de Rusia, espera que varios cientos de miles de personas
vean en persona, se arrodillen y besen la sagrada reliquia.
En San Petersburgo, la segunda ciudad rusa, unos 200.000 fieles
acudieron a la Catedral de Kazán para venerar la cruz por espacio de una
semana.
Según reza la tradición, el primer apóstol llamado
por Jesús fue crucificado en la ciudad griega de Patrás en el siglo I de
nuestra era en una cruz en forma de X, como la que hoy se expone en la
catedral moscovita.
"La misión de San Andrés, que fundó la
comunidad cristiana de Bizancio, une las Iglesias Ortodoxas de Rusia y
Grecia", dijo el metropolita Crisostomos, quien encabeza la delegación
griega que trasladó la cruz.
La reliquia permanecerá en el
principal templo ortodoxo de Rusia hasta el próximo viernes, tras lo que
viajará a finales de julio a Kiev (Ucrania) y a principios de agosto a
Minsk (Bielorrusia).
El apóstol, que era hermano de Simón
Pedro, peregrinó durante su vida hasta las regiones bañadas por el mar
Negro, en lo que es actualmente Ucrania, con el fin de predicar la nueva
fe.
La cruz de San Andrés, que está asegurada en 10 millones
de euros, se conserva habitualmente en Patrás, en la península griega de
Peloponeso.
En 2011 similares colas bíblicas -cerca de un
millón de personas- se formaron para venerar en aquella ocasión un
cinturón tejido por la Virgen María y al que se atribuyen efectos
milagrosos para la salud.
Colas similares no se habían visto
en Moscú desde la muerte del dictador soviético Iosif Stalin (1953) o
desde que Yuri Gagarin se convirtiera en el primer astronauta de la
historia (1961).
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: