El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi
Lavrov, defendió hoy la autenticidad de las pruebas sobre el uso de
armas químicas por los rebeldes sirios que el embajador ruso ante la
ONU, Vitali Churkin, presentó la víspera en Nueva York.
"He
escuchado las reacciones de los representantes de EEUU sobre que no
están seguros de la exactitud de nuestras conclusiones. Podemos
garantizar que las pruebas fueron recabadas por expertos que no las
soltaron en ningún momento hasta que fueron trasladadas a un
laboratorio", dijo Lavrov, citado por las agencias locales.
Lavrov destacó que el método de obtención de las pruebas por parte de
Rusia difiere en gran medida del utilizado por las potencias
occidentales (Estados Unidos, Francia y el Reino Unido) a la hora de
acusar al régimen sirio de utilizar armas químicas.
Rusia
entregó a la ONU "más de 80 páginas de documentos con fotografías y
datos que indicaban exactamente las coordenadas geográficas del
hallazgo, los procedimientos utilizados y sus resultados", resaltó en
rueda de prensa.
En cambio, agregó, las pruebas occidentales
"no indicaban ni el lugar ni la hora. Las pruebas pasaron de mano en
mano y parte de ellas, según nuestros socios occidentales, fueron
obtenidas por periodistas", dijo Lavrov.
"Las aseveraciones
realizadas por EEUU y nuestros socios franceses y británicos sobre el
uso de armas químicas por parte del régimen sirio no contaban con ese
conjunto de pruebas", indicó.
Y alertó sobre el hecho de que
las personas que recogieron las pruebas occidentales no fueron las
mismas que realizaron a la postre los análisis en el laboratorio.
"Esto no se corresponde con los estándares que rigen las
organizaciones que prohíben las armas químicas. Nuestra investigación
fue realizada en estricta consonancia con esas normas", insistió.
Lavrov también criticó los intentos de aprovechar el asunto de las
armas químicas para sacar réditos geopolíticos o realizar maniobras
diplomáticas en Siria, escenario desde hace más de dos años de un
cruento conflicto.
El embajador ruso ante la ONU aseguró
anoche que "hay razones suficientes para creer que fue la oposición la
que usó" gas sarín en un ataque lanzado en marzo pasado en la provincia
septentrional siria de Alepo.
Durante su intervención, Churkin
precisó que el ataque investigado por su país tuvo lugar el pasado 19
de marzo en la población de Jan al Asal, en la provincia de Alepo, que
fue bombardeada con un misil que incluía material químico y causó 26
muertos.
Mientras, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney,
aseguró hoy que EEUU duda seriamente "de que las armas químicas hayan
estado fuera de la esfera de control del Gobierno sirio".
EEUU, añadió, aún espera ver "alguna evidencia que respalde la
afirmación de que alguien aparte del Gobierno sirio ha tenido la
capacidad o ha usado armas químicas".
Hasta ahora la Casa
Blanca ha dado por probado el uso de armas químicas por parte del
régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, lo que motivó su decisión
de comenzar a dar asistencia militar a los rebeldes.
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