Con ocasión de la reciente cumbre Rusia-Unión
Europea, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, impulsor de la
iniciativa legal, ya adelantó que promulgaría dicha prohibición si la
Duma le presentaba la correspondiente iniciativa de ley.
"Si
el Parlamento ratifica esa ley, la firmaré. Me tienen harto con esas
parejas homosexuales. Hay que mostrar menos agresividad y no inflar el
problema. Así será mejor para todos", dijo.
Rusia ha advertido
de que, antes de firmar nuevos acuerdos bilaterales de adopción con
ciertos países, tendría en cuenta si estos han aprobado por ley el
matrimonio homosexual.
España, el tercer país que adopta más
niños rusos tras Italia y Estados Unidos, y donde están permitidas las
uniones homosexuales, lleva desde el pasado año negociando la firma de
un acuerdo bilateral.
A su vez, el Gobierno ruso se propone
retirar la licencia a las agencias de adopción internacional que
formalicen la acogida de un menor ruso por parte de una familia
homosexual o de personas con una "orientación sexual no tradicional".
Además, la nueva ley simplifica el procedimiento de adopciones al
rebajar de 30 a 10 días el plazo de entrada en vigor de la decisión
judicial y reducirá el número de enfermedades que impiden a una pareja
adoptar a un niño.
También incrementa de 13.000 rublos (400
dólares) a 100.000 rublos (unos 3.120 dólares) el subsidio por cada niño
que el Estado concederá a las familias que acojan huérfanos inválidos o
mayores de siete años.
Rusia aprobó también una controvertida
ley que prohíbe la propaganda homosexual entre los menores de edad, que
este colectivo considera que es una excusa para impedir la celebración
de las marchas de orgullo gay
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