El cohete siniestrado, un portador de clase
pesada, debía poner en órbita tres satélites de Glonass-M para el
sistema de posicionamiento ruso GLONASS, análogo al GPS estadounidense.
Fuentes de la industria espacial citadas por Interfax cifraron en
unos 200 millones de dólares las pérdidas causadas por el accidente.
No es la primera vez que Rusia pierde tres satélites Glonass-M en un
lanzamiento: el 5 de diciembre 2010 tres aparatos de esa serie cayeron
en el océano Pacífico debido a un fallo en el bloque acelerador, la
última etapa del cohete.
La investigación determinó que ese
accidente fue producto de un error humano, ya que se cargó más
combustible del necesario en el tanque del bloque acelerador.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: