El pasado 14 de mayo, la capital rusa
alcanzaba otra marca récord para ese día con los 28,7 grados de entonces
que se sumaban a las temperaturas habidas en un año plagado de marcas y
registros extremos desde el pasado mes de noviembre.
Hace
tres meses, la ciudad despidió el invierno con la mayor nevada en más de
130 años de observaciones, que se producía en un mes de marzo con más
precipitaciones de nieve en medio siglo y muy frío, con temperaturas
medias de cinco grados centígrados por debajo de la norma climática.
Curiosamente, la primera gran nevada de la temporada invernal también
batió a finales del mes de noviembre una marca de más de 50 años.
El diciembre el país fue recorrido por la mayor y más larga ola de
frío ártico en 75 años para el primer mes invernal, que dejó
temperaturas inferiores a los 50 grados bajo cero en algunas zonas del
Lejano Oriente ruso y por debajo de los 20 grados en Moscú.
Al
frío le siguieron copiosas nevadas que se prolongaron con escasos
paréntesis durante los tres meses siguientes, de manera que, ya a
comienzos de febrero, los servicios meteorológicos de la capital rusa
apuntaron al invierno más nevado en cien años.
La capa de
nieve durante el periodo invernal 2012-2013 alcanzó los 327 centímetros,
más del doble de la norma climática, cifrada en 152 centímetros.EFE
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: