Representantes de la diplomacia de Rusia y
EEUU celebraron hoy su segunda reunión preparatoria para una conferencia
de paz sobre Siria, la que concluyó sin un acuerdo acerca de la lista
de participantes en este evento ni una fecha para realizarlo.
Los viceministros de Exteriores de Rusia, Mikhail Bogdanov y Gennady
Gatilov; y la secretaria de Estado adjunta para Asuntos Políticos de
EEUU, Wendy Sherman, participaron junto al mediador internacional para
Siria, Lajdar Brahimi, en este encuentro.
La reunión
tripartita -la segunda en tres semanas- finalizó prácticamente con los
mismos temas sin resolver que en la primera, según reconocieron fuentes
rusas y de la ONU.
"La ONU, Rusia y EEUU celebrarán más
consultas posteriormente para convenir en una fecha para la conferencia
(de paz) y completar la lista de participantes", comunicó la ONU por
escrito a la prensa.
Brahimi llegó a la sede de Naciones
Unidas en Ginebra con claras dudas de que esa conferencia pudiese
celebrarse este mes, como se esperaba, después de su primer aplazamiento
en junio.
"Francamente, ahora dudo de que la conferencia pueda tener lugar en julio", comentó minutos antes de comenzar la reunión.
Una conferencia de paz es vista como la única vía para alcanzar una
solución política al conflicto en Siria, que además de los muertos, ha
provocado el desplazamiento interno de más de 4 millones de personas y
que 1,6 millones adicionales hayan huido del país para convertirse en
refugiados.
"Tenemos todavía diferencias sobre, por ejemplo,
si Irán debe participar en esta conferencia. Desde nuestro punto de
vista, su participación es necesaria porque juega un papel importante a
nivel regional y puede hacer una contribución positiva al arreglo del
conflicto en Siria", dijo Gatilov a los periodistas al salir de la
reunión.
Rusia defiende la presencia de Irán en las
negociaciones que tendrían lugar en la conferencia de paz, pero EEUU la
rechaza por considerar que esta participación legitimaría a un país que
considera enemigo.
Otra de las cuestiones que ha impedido
concretar la realización de la conferencia tiene que ver con las
representaciones que enviarán el Gobierno sirio y la oposición.
Mientras Damasco ya ha adelantado que enviará una delegación
encabezada por su ministro de Asuntos Exteriores, la oposición
-fragmentada y con una parte dentro y otra fuera del Siria- tiene
mayores dificultades para formar un grupo realmente representativo.
En este sentido, el rol que se ha atribuido a Rusia, que apoya al
régimen de Bachar Al Asad; y a EEUU, que respalda de la oposición, es
que garanticen que gobierno y opositores enviarán delegaciones con
poderes efectivos, que sean aceptables y que no pongan precondiciones
para negociar.
La representatividad de la oposición es uno de
los aspectos más difíciles de garantizar después de que importantes
grupos rebeldes hayan advertido de que no asistirán a la conferencia de
paz -denominada oficialmente Conferencia de Ginebra para Siria- mientras
Al Asad no entregue el poder.
Esta posibilidad ha sido descartada totalmente por los portavoces del Gobierno sirio.
"Para nosotros lo más importante es que la delegación de la oposición
sea representativa y esté compuesta por todos los mayores grupos de la
oposición", enfatizó Gatilov.
El siguiente paso depende ahora
del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y del ministro ruso de
Exteriores, Sergei Lavrov, quienes intentarán avanzar en la convocatoria
a la conferencia cuando se encuentren la próxima semana en Rusia, en el
marco de una cumbre internacional. EFE
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