Policía desaloja oficina de ONG "Por los Derechos Humanos" en Moscú

Entre los heridos se encuentra el presidente del movimiento, Lev Ponomariov, de 72 años, y el líder del partido liberal Yábloko y candidato a la alcaldía de Moscú, Serguéi Mitrojin, declararon fuentes de la ONG a la agencia Interfax.

"La policía no utilizó la fuerza. El desalojo fue llevado a cabo por guardias de seguridad de una empresa privada", dijo un portavoz policial, citado por la misma agencia.

Según la versión de la policía, los agentes se encontraban en las inmediaciones de la oficina de ONG con exclusivo propósito de salvaguardar el orden público.

El Defensor del Pueblo ruso, Vladímir Lukín, calificó de arbitraria la actuación de las autoridades, que arguyeron la extinción del contrato de alquiler para justificar el desalojo de la ONG.

"La autoridades de Moscú y del Ministerio del Interior no permitieron acceder al lugar de los hechos, lo que es una violación de la ley federal constitucional sobre el Defensor del Pueblo", se quejó Lukín.

El movimiento dirigido por Ponomariov, un veterano de la defensa de los derechos humanos, se negó a acatar la nueva ley rusa que obliga a las ONG que realizan actividades políticas y reciben financiación del exterior a inscribirse en un registro como "agentes extranjeros".

La ley, que somete a esas ONG a un severo sistema de control administrativo, ha sido duramente criticada y denunciada, tanto en el país como en el extranjero, como otro paso de involución democrática en Rusia.

Ante la lluvia de críticas, a mediados de este mes el presidente ruso, Vladímir Putin, se mostró dispuesto a perfeccionar la controvertida legislación.

El Defensor del Pueblo se mostró entonces satisfecho con la declaración de Putin y aseguró que la modificación de la citada ley sería "la decisión correcta".

"La ley tiene unos defectos muy graves, en particular relacionados con la falta de precisión de sus nociones básicas, en particular la noción de 'actividad política'", señaló Lukin.

Por su parte, la organización de derechos humanos Memorial ha abogado por derogar la ley.

"Es imposible perfeccionar esa ley. Lo ideal, por supuesto, sería derogarla. Viola el derecho a la libertad de asociación, la Constitución rusa y diferentes obligaciones internacionales de Rusia", afirmó Arseni Roguinski, director de Memorial.

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