Beloúsov aseguró que las inversiones han
decrecido entre enero y mayo, en gran medida debido a la revalorización
de la moneda nacional, el rublo, que en marzo pasado había ganado un 20
por ciento de su valor en relación a 2011.
"Da la impresión de que la actividad económica se apaga", agregó.
Otros factores que explican la ralentización de la economía es el
aumento de los tipos de interés y de las tarifas de la electricidad y el
gas.
La economía rusa creció un 1,6 por ciento en el primer trimestre de este año.
Recientemente, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que ese
porcentaje "está por debajo de las cifras que se necesitan para un
desarrollo estable y para resolver problemas sociales y otros".
Putin recordó que dicho indicador "es mejor que el de la Unión Europea
y hasta un poco mejor que el de EEUU", sin embargo, "es inferior a los
pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el crecimiento
mundial que se estima en el 3,3 %".
No obstante, esta misma
semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que ha reducido
hasta el 2,5 por ciento su previsión de crecimiento del PIB ruso 2013.
El jefe de la misión del FMI en Rusia, Antonio Spilimbergo, subrayó
que Rusia necesita "reformas de gran envergadura" para aprovechar el
potencial de su economía y reducir su vulnerabilidad.
Anteriormente, el Ministerio de Economía también revisó a la baja sus
previsiones de crecimiento del PIB, que dejó en el 2,4 por ciento en
lugar del 3,6 por ciento previsto al inicio del ejercicio.
El año pasado, la economía rusa creció un 3,5 por ciento, medio punto por debajo de las previsiones oficiales
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