"El texto condena la intromisión de (la
organización chií libanesa) Hizbulá en el conflicto. Al mismo tiempo, a
los autores (del documento) no les preocupa que en el país operan miles
de terroristas mercenarios preparados, armados y generosamente pagados
desde el extranjero", señala la nota.
Según la misiva de
Moscú, "se silencian las barbaridades cometidas por partidarios de la
yihad, también contra minorías religiosas, mujeres y niños."
Además, "se ignoran numerosos grupos opositores moderados, que se han
comprometido a respetar los derechos humanos y se han mostrado
dispuestos a participar en un diálogo (...) en el marco de la
Conferencia Internacional sobre Siria".
La cancillería rusa
apuntó al creciente número de los países que no apoyan "las ideas de
confrontación en el CDH" con respecto al conflicto sirio.
La
resolución fue presentada por Catar, Estados Unidos, Emiratos Árabes
Unidos, Gran Bretaña, Kuwait y Turquía, con el patrocinio de otros 23
países, y contó con el voto a favor de 37 de los 47 miembros del Consejo
de Derechos Humanos, mientras que fue rechazada por una nación, y otras
9 se abstuvieron.
Rusia mantiene firme su postura contra una
injerencia exterior en el conflicto sirio que, según Moscú, debe ser
resuelto mediante el diálogo y la negociación del presidente sirio,
Bachar al Asad, con los opositores.
El Kremlin ha reiterado
que no apoya ni a Al Asad ni a los rebeldes, y que el objetivo político
de Moscú es frenar la violencia en un país que es su último aliado en
Oriente Medio.
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