Desde 2003, en Kazán se han cometido
numerosas violaciones de mujeres y adolescentes siguiendo un mismo
guión: el agresor elegía una víctima, la seguía durante varios días,
estudiaba sus hábitos y luego la asaltaba en un lugar desalojado, un
sótano o incluso en la casa de la víctima.
En el último caso,
para entrar en casa se hacía pasar por "el vecino de abajo" a quien
supuestamente la víctima había inundado la casa y una vez abierta la
puerta violaba a la mujer amenazándola con un cuchillo.
Según
la fuente, algunas de las víctimas fueron asaltadas dos veces en un
período corto de tiempo, mientras en uno de los casos violó a dos
mujeres que se encontraban en su apartamento.
En ocasiones,
Shútov no tenía éxito, ya que algunas víctimas ofrecían resistencia y
tenía que huir por el miedo a llamar la atención por el ruido.
Después de uno de los episodios, la policía obtuvo la información de un
testigo de que el individuo supuestamente conducía un coche Opel Astra,
tras lo cual a todos los dueños de este tipo de coches en Kazán les
tomaron las huellas dactilares y les realizaron análisis genéticos.
Al coincidir el material de uno de los dueños de este tipo de coches
con el detectado en los lugares de crimen, la policía identificó a
Shútov, que tenía antecedentes penales, tras lo cual las fuerzas del
orden emitieron la correspondiente orden de búsqueda y captura.
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