El 27 de mayo las autoridades georgianas
denunciaron que militares rusos habían trasladado la línea de
demarcación entre Osetia y Georgia unos 300 metros en dirección a las
localidades de Dvani y Ditsi, lo que causó problemas para el movimiento
de la población local.
Esa línea de demarcación entre Georgia y
su región separatista de Osetia del Sur fue creada tras el fin de la
guerra ruso-georgiana en agosto de 2008.
Rasmussen también
destacó que Georgia es un "socio privilegiado" de la OTAN y confió en
que se convierta en miembro de la Alianza, tal y como se decidió en la
cumbre de Bucarest de 2008.
"Las decisiones tomadas en la
cumbre de la OTAN en Bucarest siguen siendo válidas. Georgia será
miembro de OTAN a condición de que cumpla los criterios de adhesión",
enfatizó el secretario general.
El político danés también
reconoció sus contribuciones a las operaciones de la Alianza Atlántica
y, especialmente, a la que desarrolla en Afganistán.
Rasmussen
valoró asimismo los "esfuerzos impresionantes" que Georgia lleva a cabo
para cumplir con "reformas exigentes" en su sector de la defensa.
"Los aliados siguen dispuestos a compartir sus conocimientos" con el país, señaló.
Por último, confió en que el Gobierno georgiano respete el estado de
derecho y los derechos humanos y que, tras haber puesto en marcha unas
"reformas clave", celebre unas elecciones presidenciales "justas y
reglamentarias" en octubre.
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