Cada vez son más los expertos y analistas
políticos de ambos lados los que sostienen que Bruselas y Moscú
atraviesan uno de los peores momentos en sus relaciones, enfrascados en
una especie de diálogo de sordos en el que las partes se limitan a
reiterar sus exigencias sin ceder terreno y sin escuchar al contrario.
La UE, más heterogénea que nunca y preocupada por sus propias
diferencias cada vez más pronunciadas, choca con una Rusia que no está
dispuesta a renunciar a sus intereses económicos ni quiere escuchar
sermones sobre los derechos humanos y la sociedad civil, asuntos que día
sí y día también saca a la luz Bruselas.
Tampoco hubo acuerdo
en los principales asuntos económicos, que son los que definen
fundamentalmente las relaciones entre Rusia y UE toda vez que, a pesar
de sus diferencias, Moscú y Bruselas presumen de un intercambio
comercial de 410.300 millones de dólares (314.194 millones de euros) en
2012.
"Hemos discutido sobre nuestras diferencias comerciales.
Sería imposible no tenerlas dado su volumen", dijo el presidente ruso,
Vladímir Putin, en referencia a los aranceles, la competencia desleal,
la energía y las normas sanitarias y fitosanitarias.
Una vez
más, las partes salieron del pleno de la cumbre sin acercar posturas y
acordaron "trabajar juntos y de manera constructiva para lograr el
compromiso", en palabras del líder ruso.
Tres son los asuntos
que más interesan a Rusia en sus relaciones con la UE y en ninguno se
han conseguido avances en la capital de los Urales: la exención de
visados, el Acuerdo Marco de Asociación y la cooperación en el ámbito de
la energía.
Justo cuando se creía que la liberalización de
los visados estaba más cerca que nunca de ser una realidad, las partes
tropezaron con otra piedra en el camino: una nueva normativa rusa que
obligará a partir del próximo 1 de julio a las compañías aéreas a
facilitar los datos personales de todos los pasajeros, incluso en
tránsito, que entran en Rusia.
La jefa de la diplomacia
europea, Catherine Ashton, pidió a Rusia una moratoria sobre esta ley y
advirtió de que se trata de "una cuestión muy delicada en el contexto de
la movilidad, que de no resolverse afectará seriamente nuestros
esfuerzos sobre la liberalización de los visados".
El
embajador de Rusia ante la UE, Vladímir Chizhov, que decía en vísperas
de la cumbre que el acuerdo estaba cerrado al 95 por ciento, hoy tuvo
que dar marcha atrás y limitar su discurso a "la posibilidad de
negociar" este asunto a lo largo de 2014.
Cinco años después
del su inicio, siguen congeladas las negociaciones para renovar el
Acuerdo Marco de Asociación, en vigor desde hace casi veinte años, como
constató Putin durante el pleno de la cumbre.
Las divergencias
en el ámbito de la cooperación energética y la negativa de Moscú a
adquirir más compromisos de los que asumió al ingresar en la
Organización Mundial del Comercio (OMC) han paralizado su renovación.
Precisamente las relaciones energéticas (Rusia es el principal
suministrador de energía a la UE) son el principal escollo entre Moscú y
Bruselas después de que la UE adoptara el Tercer Paquete Energético,
marco legal que fuerza la separación patrimonial de las actividades de
producción, transporte y comercialización de energía.
El líder
del Kremlin señaló que "el diálogo energético sólo puede tener éxito si
se tienen en cuenta los intereses mutuos y se garantiza una actividad
comercial previsible", en alusión a la demanda rusa para que este marco
legal incluya salvaguardas para el gigante gasístico ruso Gazprom.
Rusia insiste en que dicho marco legal es lesivo para sus intereses y
se muestra totalmente en contra de diversificar el negocio de Gazprom.
La postura de la UE ha sido hasta ahora inamovible en este asunto, ya
que su objetivo es precisamente reducir su excesiva dependencia de los
recursos energéticos rusos y limitar el poder de Gazprom a la hora de
marcar los precios del gas que consume Europa.
Al mismo
tiempo, Bruselas recalca que se trata de una ley europea que debe ser
cumplida por todas las compañías que quieren operar en territorio
comunitario, incluida Gazprom.
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