El diplomático añadió que esos guerrilleros
"durante los últimos meses han aterrorizado sin control a la población
civil de la fronteriza ciudad siria", según las agencias locales.
"Mientras, durante este tiempo nadie prestó atención a los
sufrimientos que experimentaban los habitantes de Al Quseir", destacó.
Así justificó Lukashévich la decisión de Rusia de bloquear el sábado
la declaración en la que se condenaba al régimen sirio y a los
guerrilleros de Hizbulá por su ataque contra la ciudad bajo control
rebelde.
"Prácticamente, demandaba el cese unilateral del
fuego por parte de las tropas sirias y dar paso libre a los rebeldes
rodeados en una serie de ciudades. Ese planteamiento no podía ser
aceptado por Rusia. Expresamos nuestro desacuerdo y el proyecto no fue
aprobado", dijo.
Lukashévich subrayó que Rusia mantiene la
postura del inmediato cese de la violencia, el fin del sufrimiento de la
población civil y el arreglo político del conflicto armado, pero no de
manera unilateral.
El diplomático ruso recordó que "desde
febrero del pasado año la ciudad se encuentra bajo absoluto control de
los rebeldes que expulsaron a casi todos los cristiano alauitas,
convirtieron la iglesia local en su cuartel general y realizaron
incursiones contra las aldeas aledañas, pobladas mayoritariamente por
chiítas, para asaltar y robar".
Y agregó que "se creó el
llamado Consejo Islámico Local que opera en estrecha coordinación con la
organización terrorista Yabhat al Nusra".
Lukashévich
defendió la operación del Ejército sirio para recuperar el control de la
ciudad, ya que creó "corredores para la evacuación de la población
civil".
La pasada semana Rusia ya arremetió también contra la
decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (DCH) que condenó el
apoyo de combatientes extranjeros (en alusión a Hizbulá) en la operación
lanzada por las fuerzas gubernamentales contra Al Quseir.
Lukashévich tachó la condena del CDH de "decisión política", que
"desinforma a la comunidad internacional", y acusó a sus autores de
ignorar las violaciones de los derechos humanos cometidas por grupos
vinculados con Al Qaida y mercenarios islamistas extranjeros sobre la
población civil.
La ONU denunció el sábado que miles de
civiles están atrapados en medio de intensos combates en la ciudad siria
de Al Quseir y afirmó que unos 1.500 heridos necesitan ser evacuados de
inmediato para recibir atención médica urgente.
En cambio,
Damasco anunció ayer en una conversación telefónica con el secretario
general de la ONU, Ban Ki-moon, que no permitirá la llegada de ayuda
humanitaria a Al Quseir hasta que finalicen los combates.
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