"El Parlamento Europeo no ratificará el
acuerdo para la liberalización de los visados si no se resuelve el
asuntos de los pasajeros" procedentes de la Unión Europea, apuntó un
diplomático europeo en declaraciones al diario ruso "Kommersant".
Lo dijo en marzo pasado el director para asuntos internos de la
Comisión Europea, Stefano Manservisi, que tras reunirse en Moscú con las
autoridades rusas advirtió que esta medida retrasaría la liberalización
de los visados entre los dos gigantes del continente europeo, según
publicaba entonces "Rossiyskaya Gazeta".
Los países europeos
ofrecen datos personales de sus pasajeros a Estados Unidos y Canadá,
pero lo hacen en virtud de un acuerdo bilateral que tardaron en elaborar
y firmar cerca de dos años, recordó el diplomático de la UE, citado por
"Kommersant".
Al mismo tiempo, sigue pendiente la aplicación
del régimen sin visados a los poseedores de los llamados "pasaportes de
servicio", que se otorgan a los funcionarios, cargos y empleados
públicos rusos que viajan al exterior en comisión de servicios.
"Algunos países miembros de la UE proponen crear un anexo al acuerdo
que refleje su preocupación sobre la cantidad de pasaportes de servicio
que podrán ser entregados" a los ciudadanos rusos, explicó a la agencia
Interfax el embajador de Rusia ante la UE, Vladímir Chizhov.
Según fuentes diplomáticas europeas consultadas por "Kommersant", la UE
quiere limitar a 15.000 el número de ciudadanos rusos en posesión de un
pasaporte de servicio biométrico.
La cumbre empezará hoy con
una cena entre el presidente ruso, Vladímir Putin, el presidente de la
Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, y el líder del Consejo
Europeo, Herman Van Rompuy.
Durante la cena se hablará "de la
situación de la economía mundial, la situación económica en Rusia y la
UE, y la actividad del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes)
en el contexto de la presidencia rusa" de este organismo, explicó en
vísperas de la cumbre el ayudante del presidente ruso Yuri Ushakov.
La cumbre continuará el martes con una sesión plenaria y un almuerzo
de trabajo, en los que se tratarán todos los asuntos de la agenda
bilateral, fundamentalmente económicos, y de la actualidad
internacional, con el conflicto sirio en el centro de atención.
Los asuntos que más interesan a Rusia en sus relaciones con la UE son
la exención de visados, el Acuerdo Marco de Asociación y la cooperación
en el ámbito de la energía.
La negociación del nuevo tratado
llamado a sustituir al actual acuerdo de asociación y cooperación empezó
en 2008 y se encuentra congelado desde hace varios años por las
diferencias en el ámbito de la energía y la entrada de Rusia en la
Organización Mundial del Comercio (OMC).
Las relaciones
energéticas (Rusia es el principal suministrador de energía a la UE) son
el principal escollo entre Moscú y Bruselas después de que la Unión
adoptara el Tercer Paquete Energético, un marco legal que fuerza la
separación patrimonial de las actividades de producción, transporte y
comercialización de energía.
Rusia insiste en que dicho marco
legal es lesivo para sus intereses y se muestra totalmente en contra de
diversificar el negocio de su gigante de gas natural Gazprom, tal y como
le exige la UE para poder operar en su territorio.
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