Rusia criticó ayer a Estados Unidos por
plantear la posibilidad de imponer una zona de exclusión aérea en Siria,
como se hizo en Libia, y que condujo a la intervención exterior y al
derrocamiento del dictador libio, Muamar el Gadafi.
"Esto hace
dudar sobre la sinceridad del deseo de algunos de nuestros socios de
que tengan éxito los esfuerzos internacionales para el arreglo
político", afirmó hoy Alexandr Lukashévich, portavoz de la Cancillería
rusa, citado por las agencias locales.
Lukashévich advirtió
sobre la coincidencia del anuncio de que la posibilidad de una zona de
exclusión aérea está sobre la mesa del presidente norteamericano, Barack
Obama, con decisiones como el levantamiento por la Unión Europea del
embargo al suministro de armas a los rebeldes sirios.
"De esta
forma, se crea una atmósfera perjudicial para la realización de la
iniciativa ruso-estadounidense de convocatoria de una conferencia de paz
que ofrezca esperanza sobre el lanzamiento de un posible proceso
político en Siria", dijo.
El diplomático expresó su confianza
en que Washington se mantenga fiel a los acuerdos alcanzados el 7 de
mayo entre el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el
secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
"Ahora, es
importante contrarrestar los intentos de aquellos que han tomado el
rumbo de abortar la iniciativa ruso-estadounidense y preparar el terreno
para la justificación de una solución militar", subrayó.
Además, arremetió también contra la decisión del Consejo de Derechos
Humanos de la ONU (DCH) que condenó ayer el apoyo de combatientes
extranjeros (en alusión a Hizbulá) en la operación lanzada por las
fuerzas gubernamentales sirias en la ciudad de Al Quseir.
Lukashévich tachó la condena del CDH de "decisión política y
absolutamente imparcial", que "desinforma a la comunidad internacional"
al responsabilizar de dicha matanza exclusivamente al Gobierno.
Y acusó a los autores de la condena de ignorar las violaciones de los
derechos humanos cometidas por grupos vinculados con Al Qaida y
mercenarios islamistas extranjeros sobre la población civil.
La Cancillería rusa anunció hoy que Rusia, Estados Unidos y la ONU
celebrarán el próximo 5 de junio en Ginebra una reunión tripartita en la
que intentarán impulsar la celebración de la conferencia internacional.
El anuncio se produce después de que la Coalición Nacional Siria
(CNFROS), la principal alianza opositora, anunciara hoy que no
participará en ninguna conferencia internacional por la presencia de
combatientes de Irán y de Hizbulá en el país.
Lavrov acusó hoy
a los rebeldes sirios de torpedear la iniciativa de la conferencia al
exigir un calendario que estipule la marcha del líder sirio, Bachar al
Asad, como condición para participar en las negociaciones.
"Esa condición es imposible de cumplir", dijo el jefe de la diplomacia
rusa, quien expresó su confianza "en que habrá fuerzas sensatas entre
los estadounidenses y los europeos que puedan poner freno a quienes
alientan las posturas absolutamente inaceptables de la Coalición
Nacional".
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