El diplomático subrayó que los S-300 "son un
factor estabilizador", en oposición a las afirmaciones del secretario de
Estado norteamericano, John Kerry, que tachó esos misiles de factor
desestabilizador.
"Hablamos del suministro de armamento
defensivo al Gobierno de un país para la defensa de sus infraestructuras
y sus tropas", dijo.
El número dos de la diplomacia rusa
subrayó que Moscú comprende la inquietud que la venta de armas a Damasco
suscita en muchos de los socios de Rusia.
"No tenemos motivos para modificar nuestra postura en ese terreno", insistió.
"El suministro de los S-300 a Siria tiene que ver con un contrato
suscrito hace varios años. Quiero decir que estos sistemas, por sus
propias características, no pueden ser utilizados por grupos armados
ilegales en el tipo de lucha que se libra en Siria", recalcó.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró hace poco en
Varsovia que Moscú está completando la entrega de los misiles S-300 a
Damasco y argumentó que dichos sistemas no tienen carácter ofensivo.
Según informó el diario "New York Times", que citó a funcionarios
estadounidenses, Rusia también ha enviado a Siria una nueva partida de
misiles de crucero antibuque del tipo Yajont, equipados con un radar más
avanzado.
Rusia mantiene que su armamento no desestabiliza la
situación en el país árabe ni altera el equilibrio estratégico en
Oriente Medio, al tiempo que pone en duda que sus armas hayan sido
utilizadas para reprimir a los opositores a Asad.
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