La Justicia rusa negó hoy la libertad
condicional a María Aliójina, miembro del grupo Pussy Riot que cumple
dos años de cárcel por escenificar en febrero de 2012 una plegaria punk
en el principal templo ortodoxo ruso.
El tribunal
Bereznikovski de la región de Perm (Urales), donde Aliójina está
recluida en una cárcel para mujeres desde octubre pasado, rechazó la
solicitud presentada por los abogados de la joven, informaron las
agencias locales
La abogada de Aliójina, Irina Jrunova, adelantó que recurrirá el fallo, que tachó de "injusto e infundado".
Aliójina se había declarado la víspera en huelga de hambre en
protesta por no poder asistir a la vista judicial sobre la concesión de
la libertad condicional, para lo que contaba con el aval de varios
conocidos periodistas, escritores y opositores rusos.
La
cantante había solicitado al tribunal permiso para participar en la
vista, como ocurriera el mes pasado con la otra encarcelada integrante
de Pussy Riot, Nadia Tolokónnikova, que está en una prisión de la
república de Mordovia.
Seguidamente, anunció que se negaba a
tomar parte en la vista a distancia e incluso prohibió a su abogada que
participe en la misma, tras lo que el juez aplazó la sesión hasta hoy,
jueves.
La vista se reanudó hoy sin la presencia de Aliójina,
que fue representada por un abogado del Estado, pese a la oposición de
su defendida.
La administración de la penitenciaría de Perm se
mostró terminantemente en contra de la libertad condicional, aduciendo
el mal comportamiento de la interna y su repetida violación del
reglamento carcelario.
"La condenada Aliójina sigue violando
conscientemente el régimen de internamiento. No reconoce su
responsabilidad y tampoco se arrepiente de sus actos. Debe continuar
cumpliendo su castigo", señaló.
Aliójina ha tenido problemas
con los funcionarios de prisiones desde que fue encarcelada y, de hecho,
fue internada en una celda de castigo por levantarse tarde.
Además, en una entrevista con el periódico "Nóvaya Gazeta", confesó que
temía por su vida tras recibir amenazas de muerte de varias presas que
cumplen largas penas por asesinato y tráfico de drogas.
Según
informa hoy la prensa británica, Paul McCartney envió varias cartas a
las autoridades rusas para pedir la puesta en libertad condicional de
las dos integrantes del grupo punk Pussy Riot.
En una de las
notas manuscritas, McCartney, quien en agosto del pasado año ya había
enviado una carta de apoyo a las chicas de Pussy Riot, se mostró
preocupado por la situación de Aliójina.
Hace un mes la
Justicia ya negó la libertad condicional a Tolokónnikova, que al igual
que Aliójina cumple dos años de cárcel por "gamberrismo motivado por
odio religioso".
Ambas mantienen su inocencia e insisten en
que su acción en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú tenía fines
políticos y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha respaldado en varias ocasiones
la pena de cárcel, mientras el primer ministro, Dmitri Medvédev,
considera que las jóvenes ya han pagado con creces su culpa
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