"No podemos perder el impulso", dijo Ban,
quien destacó en la comparecencia ante los periodistas, trasmitida en
directo por la página web de la cancillería rusa, las "grandes
expectativas" que ha generado la propuesta ruso-estadounidense.
Lavrov expresó el deseo de Rusia de que la conferencia sobre Siria se celebre bajo la égida de la ONU.
"Cuanto antes, mejor", dijo el jefe de la diplomacia rusa al
coincidir con Ban en que la conferencia debe convocarse a la mayor
brevedad posible para poner fin al derramamiento de sangre y la
violencia en Siria.
Lavrov indicó que toda la comunidad internacional está interesada en que la situación en Siria sea llevada al cauce político.
"Lo más importante ahora es entender quiénes de los sirios están
dispuestos a participar en la conferencia. Si no es así no pasará nada",
dijo el ministro ruso.
Moscú, agregó, insiste en que en la
conferencia deben participar no sólo los representantes de los países
que concurrieron el año pasado a la cita de Ginebra, sino también
delegados de Irán, Arabia Saudí y países vecinos de Siria.
Preguntado por los suministros de armas rusas al régimen de Bachar al
Asad, Lavrov declaró no comprender el revuelo que causan en los medios
informativos.
"Nunca hemos ocultado que suministramos armas a
Siria en virtud de los contratos firmados, sin violar acuerdos
internacionales ni trasgredir la legislación rusa, que en materia de
control de exportaciones es una de las más rigurosas del mundo",
subrayó.
El secretario general de la ONU se reunirá hoy mismo con el presidente ruso, Vladímir Putin.
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