El presidente ruso, Vladímir Putin, promulgó
hoy una ley que prohíbe a los miembros del Gobierno tener cuentas o
valores en bancos extranjeros, medida que se enmarca en la lucha contra
la corrupción en la administración pública.
Según la nueva
ley, los altos cargos del Ejecutivo no podrán contar con cuentas
bancarias, valores bursátiles y otros instrumentos financieros.
La medida, cuya método de aplicación y control serán establecidos por
el propio presidente, Vladímir Putin, afecta también a las esposas de
los ministros y a sus hijos.
Recientemente, Putin amplió por
decreto, hasta el 1 de julio próximo, el plazo para que todos los
funcionarios públicos presenten sus declaraciones de ingresos y gastos.
Durante ese "período de transición" los funcionarios podrán
deshacerse de las cuentas bancarias y de otros valores que tengan en el
exterior, o, en su defecto, dejar el servicio público.
En el
marco de la campaña contra la corrupción en la administración está
siendo investigado el destituido ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov,
y varios altos funcionarios a nivel federal y regional.
La
Fiscalía General de Rusia ha declarado que los daños provocados por la
corrupción al país superaron el año pasado los 20.000 millones de rublos
(unos 660 millones de dólares).
A su vez, el jefe de la
Cámara de Cuentas de Rusia, Serguéi Stepashin, denunció el pasado año
que más de un billón de rublos (más de 30.000 millones de dólares)
desaparece anualmente de las arcas del Estado.
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