Kerry, que se reunió previamente con el
presidente ruso, Vladímir Putin, para acercar posturas sobre Siria,
destacó la urgencia de celebrar esa conferencia "cuanto antes, puede ser
que a finales de mayo".
Según el jefe de la diplomacia rusa,
en esa conferencia participarían miembros de todos los grupos que
representan al pueblo sirio, "sin excepciones".
"Espero que esta oportunidad no sea desaprovechada", dijo Lavrov.
Kerry destacó la importancia de poner en practica el comunicado de
Ginebra que propone un Gobierno de transición con representación del
régimen de Bachar al Asad y de los rebeldes, y que, en su opinión, debe
ser una "hoja de ruta" para una nueva Siria sin violencia.
"Efectivamente, el Comunicado de Ginebra es un importante documento. No
debe ser un trozo de papel ni una diplomacia vacía. Por cierto, en ese
comunicado se dice concretamente que el Gobierno de Siria y la oposición
deben designar de mutuo acuerdo a los representantes que conformarán el
Gobierno de transición", dijo.
A su vez, el secretario de
Estado subrayó que no es el momento de decidir la suerte del presidente
sirio, Bachar al Asad, pero sugirió que él no se imagina que, tras el
fin del conflicto civil, éste pueda permanecer en el poder.
"Puede ser que a mí como persona me sea difícil imaginar como Siria
puede ser gobernada en el futuro por un hombre que ha cometido los actos
que están ocurriendo ahora, pero esta decisión no será adoptada ahora o
más tarde", comentó.
Y añadió: "Ya que el Comunicado de Ginebra dice que el Gobierno de transición debe ser elegido de mutuo acuerdo"
Kerry admitió que en el Senado norteamericano muchos abogan por suministrar armamento a los rebeldes.
"Al final, todo dependerá de si tenemos pruebas en relación al uso de
armas químicas. Como ustedes sabe, el presidente (Barack) Obama ha
ordenado un análisis exhaustivo de esos hechos e informaciones", señaló
Aunque, añadió que si Gobierno y rebeldes se sientan a negociar el
posible suministro de armas a los que combaten contra Asad dejará de
tener sentido.
Y reconoció que hasta ahora Washington y Moscú
no estaban "en la misma página", pero que ahora han decidido cooperar
para encontrar una solución política al conflicto, ya que la alternativa
es la guerra, el caos, la crisis humanitaria, la limpieza étnica y la
inestabilidad regional.
Por su parte, Lavrov destacó que, a
diferencia de la oposición armada, el Gobierno sirio sí se ha mostrado
dispuesto a aplicar los acuerdos de Ginebra de junio de 2012 y ya ha
creado un comité para participar en ese diálogo.
Mientras,
agregó, "la oposición no ha pronunciado ni una palabra que demuestre su
apoyo al arreglo según el Comunicado de Ginebra y tampoco ha informado
sobre quien participará en las negociaciones en su nombre".
Por ello, destacó, "nos hemos puesto de acuerdo en lo siguiente: Rusia y
EEUU alentarán al Gobierno sirio y a los grupos opositores a que
encuentren una solución política" al conflicto que se prolonga durante
más de dos años.
En cuanto al posible uso de armas químicas en
Siria, Lavrov hizo un llamamiento a la responsabilidad y desveló que
los servicios secretos de ambos países cooperarán para aclarar si
efectivamente se utilizaron armas químicas o sustancias tóxicas durante
el conflicto.
"Este es un tema extremadamente complejo y que
exige una gran responsabilidad. Hay que estar seguros al ciento por
ciento, de lo contrario seremos rehenes de los rumores o de las
provocaciones intencionadas", indicó.
Rusia asegura que Asad
no es su aliado, aunque cuenta con una base naval (Tartus) en Siria,
pero se opone a la injerencia exterior en el país árabe; mientras EEUU
considera que el régimen sirio ya no representa al pueblo del país
árabe.
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