"Compartamos nuestra alegría por la
resurrección de Cristo con aquellos que necesitan de nuestra atención y
cuidado", se afirma en el mensaje pascual de Kiril, difundido por su
oficina de prensa.
Según una encuesta del Centro Levada, este
año el 72 por ciento de los rusos pintará huevos y horneará "kulich"
(pan de Pascua) para festejar la fiesta religiosa, que pone fin al gran
ayuno, de siete semanas de duración.
En la observancia del
ayuno los rusos no son tan rigurosos: sólo el 3 por ciento lo cumple a
rajatabla y otro 21 por ciento, de manera parcial.
El estudio
sociológico indica que 29 por ciento de los encuestados celebrará la
festividad religiosa en familia, mientras que el 30 por ciento lo hará
con amigos.
Como es tradicional, el Domingo de Resurrección
muchos rusos visitan los cementerios para recordar a sus difuntos, lo
que obliga a la autoridades a disponer medidas de seguridad adicionales.
De acuerdo con las encuesta del Centro Levada, uno de cada cuatro
rusos visitará el cementerio en esta fiesta religiosa, que como la
Pascua católica se celebra el primer domingo después de la luna llena
tras el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, con la
diferencia de que los ortodoxos se guían por el calendario juliano.
El Ministerio del Interior ruso anunció hoy que ha movilizado a cerca
de 90.000 policías para garantizar la seguridad y el orden público
durante la festividad religiosa.
Según los cálculos de esa
cartera, cerca de 6 millones de personas participarán en los oficios y
procesiones religiosas que tendrán lugar en más de 10.000 templos y
monasterios en todo el país.
En Moscú, el transporte público
funcionará hasta altas horas de la madrugada, a fin de que puedan
utilizarlo los creyentes que asistan la misa de medianoche y participen
en la procesión en torno al templo al término de la liturgia.
La Iglesia Ortodoxa Rusa llega a la Pascua de 2013 arropada más que
nunca por el poder político y en momentos en que el Parlamento estudia
un proyecto de ley que endurece con penas de hasta tres años de prisión
las "ofensas a los sentimiento religiosos".
La iniciativa,
aprobada en primera lectura el pasado 9 de abril, fue presentada en
septiembre de 2012, al mes siguiente de que tres integrantes del grupo
femenino punk Pussy Riot fueran declaradas culpables de "gamberrismo
motivado por odio religioso" y dos de ellas, Nadezhda Tolokónnikova y
María Aliójina, condenadas a dos años de prisión.
El delito de
las Pussy Riot consistió en escenificar, encapuchadas, una plegaria
punk en el interior de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú para
denunciar el apoyo de la Iglesia Ortodoxa a Vladímir Putin, a sazón
primer ministro y candidato a la presidencia.
"Madre de Dios, echa a Putin", rezaba la plegaria, según el vídeo que difundió Pussy Riot en internet.
La propia Iglesia, por boca la jefa del Departamento Jurídico de la
Patriarcado de Moscú, Xenia Chernega, se había manifestado a favor de
incluir en el Código Penal de Rusia el castigo de privación de libertad
por ofensas a los sentimiento religiosos.
El portavoz de
Putin, Dmitri Peskov, expresó el respaldo del Kremlin a la idea de
aprobar una ley sobre la materia, aunque matizó que su redacción es
tarea de juristas.
Peskov resaltó que en un país
multiconfesional como Rusia es absolutamente indispensable que exista
una ley que defienda los sentimientos de los creyentes.
Cerca
del 45 por ciento de los rusos se declaran ortodoxos, según el Centro de
Investigaciones Sociológicas de la Universidad Estatal de Moscú.
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