Hasta ahora el único paso dado por la
organización ha sido reforzar la seguridad aérea turca con el envío de
varias baterías de misiles y en la reunión de mañana "no habrá ninguna
sorpresa", según han asegurado fuentes diplomáticas.
La OTAN
sigue firmemente decidida a no intervenir en Siria y, según esas
fuentes, la única opción que se ha planteado en algún momento es un
posible papel en el control de las armas químicas que hay en el país, si
cae el Gobierno de Bachar al Asad.
Sin embargo, por ahora no hay sobre la mesa ninguna propuesta formal en ese sentido.
Los ministros de Exteriores analizarán mañana el desarrollo del
conflicto sirio y sus implicaciones para la seguridad en la región,
primero entre ellos, y luego con Lavrov.
La OTAN aprovechará
la visita del ministro ruso para discutir también la escalada de tensión
en la península de Corea, un asunto en el que sus posturas no son tan
distantes.
El pasado viernes, el secretario general de la
Alianza, Anders Fogh Rasmussen, destacó el "claro mensaje" que la
comunidad internacional, incluida Rusia, ha enviado a las autoridades
norcoreanas.
"Creo que hay una visión común sobre la manera de
avanzar, con el objetivo de reanudar un diálogo político", dijo
Rasmussen, quien visitó Corea del Sur y Japón en plena tensión por las
amenazas de Pyongyang.
Se espera que la OTAN y Rusia repasen
además su positiva cooperación en varios ámbitos, como la lucha
antiterrorista o contra el narcotráfico, pero también su tensa relación
en el plano de la defensa contra misiles.
El escudo
antimisiles sobre Europa impulsado por Estados Unidos es visto por Rusia
como una amenaza para su capacidad de disuasión, por lo que Moscú ha
respondido a los progresos en la iniciativa anunciando el despliegue de
radares y de sus propias defensas contra misiles en su frontera
occidental, incluido el enclave báltico de Kaliningrado, fronterizo con
Polonia.
Sin embargo, según una fuente diplomática, la
reciente decisión de Estados Unidos de cancelar la última fase del
proyecto podría "facilitar el diálogo" con los rusos.
La
reunión de los ministros de la OTAN -que será la primera de este tipo a
la que asista el secretario de Estado estadounidense, John Kerry,-
repasará también la situación en Afganistán, donde la Alianza continúa
transfiriendo el liderazgo en materia de seguridad a las tropas locales.
La Alianza tienen previsto retirar el grueso de sus fuerzas del país
de aquí a finales de 2014 y está preparando la misión, más pequeña y
centrada en la formación del Ejército afgano, que dejará más allá de esa
fecha.
Según fuentes de la organización, se espera que el
primer concepto de operaciones pueda estar listo para el próximo mes de
junio, aunque el asunto avanza lentamente a la espera de que Washington
cierre un acuerdo con Kabul sobre el estatus e inmunidad que tendrán sus
fuerzas y anuncie el número de efectivos que está dispuesto a mantener.
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