China ha propuesto a Rusia la creación de una
empresa mixta para construir plantas atómicas flotantes, anunció hoy
Dzhomart Alíev, director general de la corporación estatal rusa "Rusatom
Overseas".
"Se puso sobra la mesa la creación de una empresa
mixta que pertenecería a Rusia y China, que sería financiada por ambos
países, lo que incluiría la construcción de una flota que se explotaría
conjuntamente", dijo Alíev a las agencias locales.
El directivo ruso explicó que "la idea es buena desde el punto de vista empresarial".
"No la hemos rechazado", dijo, tras añadir que la propuesta china fue
presentada la víspera por lo que la parte rusa aún no ha tomado una
decisión.
En diciembre pasado Rusia anunció que el consorcio
atómico ruso, Rosatom, negocia con China la construcción de una central
nuclear flotante, con ocasión de la visita a este país del entonces
primer ministro chino, Wen Jiabao.
China, donde los rusos ya
construyen la planta atómica de Tianwan, es uno de los países que mostró
desde un principio un mayor interés en participar en el ambicioso
proyecto, que consiste en construir plantas móviles con dos reactores y
una potencia total de 70 megavatios.
"La tecnología es
totalmente rusa. No tenemos intención de transferirla a otro país, pero
sí estamos abiertos a la licitación", aseguró en su momento a Efe
Serguéi Nóvikov, portavoz de Rosatom.
En realidad, agregó, "la
planta debería llamarse móvil, más que flotante, ya que se desplazará
por el mar, pero no será emplazada en el agua, sino en la tierra, donde
puede permanecer hasta 15 años sin necesidad de repostar combustible".
Según los expertos, la planta podrá suministrar energía eléctrica a
una ciudad de un cuarto de millón de habitantes, funcionar también como
desalinizadora de agua y proveedora de calefacción, y permitirá ahorrar
200.000 toneladas de carbón y 100.000 de petróleo al año.
La
planta rusa, que utilizará uranio enriquecido a menos del 20 por ciento,
es ideal para las regiones remotas, donde el coste del carbón y el
combustible es muy alto debido a la carestía de su transporte.
No obstante, según informaron a finales de 2012 las agencias rusas, el
proyecto está estancado debido a la bancarrota declarada por los
astilleros Baltíyskiy Zavód de San Petersburgo, encargados de la
construcción de la primera planta flotante de la historia.
Greepeace ha descrito las centrales flotantes como auténticas "bombas de
relojería" y "un regalo para los terroristas", ya que, aduce, éstas
almacenarán casi una tonelada de uranio, y advierte de que se necesitará
una flota de guerra para garantizar su seguridad.
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