El jefe de la diplomacia rusa, de visita
oficial en Turquía, denunció así que algunos países árabes hayan
reconocido a la oposición como representantes del Estado sirio y les
entregan armas, algo que consideró contrario a la legalidad
internacional.
"Algunos países insisten en que el conflicto
debe continuar hasta que se alcance la victoria, pero esa postura no es
realista", recalcó Lavrov.
El ministro pidió que se respeten
los principios de Ginebra, acordados en junio de 2012, que prevén un
diálogo nacional y un gobierno de transición integrado por
representantes de todos los bandos, algo a lo que se niega la oposición
al régimen de Bachar al Asad.
"No apoyamos un cambio de
régimen, sino un consenso para alcanzar la paz y que las partes
implicadas depongan las armas sin condiciones previas. Si no lo hacen,
se seguirán perdiendo vidas de civiles", advirtió Lavrov.
Su
homólogo turco, Ahmet Davutoglu, mostró su desacuerdo y denunció que el
presidente sirio, Bachar al Asad "sigue masacrando a su propio pueblo".
"Hay que dejar de verter sangre y hay que respetar la voluntad del
pueblo sirio: Siria no pertenece a otros países ni es la propiedad
privada de Asad", remachó.
Ambos ministros indicaron que en el
encuentro que mantuvieron hoy no profundizaron en el asunto sirio, que
será tratado en la Conferencia de Amigos del Pueblo Sirio que se
celebrará en Estambul el día 20 de abril.
Con todo, Lavrov
advirtió de que esta reunión no tendrá éxito ya que en ella participa la
oposición siria pero no estaré representado el Gobierno del país.
"Aislar a un bando nunca es positivo, ya que se perderá el diálogo", alertó Lavrov.
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