El primer acto de la estancia de un día de
Putin en Amsterdam consistió en una visita junto a la reina Beatriz de
Holanda a la sede del Museo Hermitage en esa ciudad, en cuyos canales y
calles aledañas activistas de organizaciones como Amnistía Internacional
habían colocado carteles con consignas contra la homofobia, informó la
agencia de noticias holandesa ANP.
Además, residentes locales
colocaron en las ventanas banderas arcoiris en apoyo a los homosexuales,
al igual que se hizo en varios edificios públicos de la capital
holandesa.
"Nada de propaganda sobre los derechos de los gays
más allá de este punto" o "No asustar al presidente Putin: mantener esta
área libre de derechos humanos" eran algunos de los mensajes que se
podían leer en las pancartas.
El acto en sí en el museo, en el
que Putin y la reina Beatriz visitaron una exposición dedicada al zar
ruso Pedro el Grande (1672-1725) e inauguraron oficialmente el año de
homenaje a los 400 años de relaciones entre Rusia y Holanda, no contuvo
críticas políticas hacia la situación de los derechos humanos en Rusia.
El ministro holandés de Exteriores, Frans Timmermans, se limitó en su
discurso a valorar unas relaciones con Rusia "tan profundas y
fundamentales, que son indisolubles", recoge ANP.
Las
protestas de la sociedad civil registradas en Amsterdam responden a la
prohibición por parte de la Duma (cámara baja del parlamento ruso), a
finales de enero, de la "propaganda" de la homosexualidad entre los
menores de edad sin dar mayores especificaciones.
Dicha
medida, a juicio de algunas organizaciones defensoras de los derechos
humanos, podría dar pie a una libre interpretación y una aplicación
arbitraria de la ley.
Estas manifestaciones se producen al día
siguiente de que un grupo de mujeres protestase contra el presidente
ruso y su sistema político al mostrar sus torsos desnudos en la Feria
Industrial de Hannover (norte de Alemania), que Putin visitó junto a la
canciller alemana, Angela Merkel.
Tras el evento en el
Hermitage, Putin se trasladó al Museo Marítimo, donde está previsto que
se reúna con el primer ministro holandés, Mark Rutte, y participe en una
cena con representantes empresariales.
Unas doscientas
personas se manifestaron igualmente ante este edificio con pancartas en
favor del colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.
El comercio domina la agenda de la reunión entre Putin y Rutte, cuyos
países esperan cerrar una veintena de acuerdos, contratos y cartas de
intenciones, aunque el jefe del Gobierno holandés también dedicará un
tiempo a los derechos humanos, tal y como le pidió la Cámara de
Representantes la semana pasada.
Coincidiendo con la visita de
Putin a Amsterdam, el consorcio gasístico ruso Gazprom y la holandesa
Gasunie firmaron una carta de intenciones sobre la extensión del
gasoducto ruso-alemán Nord Stream desde Siberia hacia Reino Unido a
través del mar Báltico, según indicó el ministro de Asuntos Económicos
de Holanda, Henk Kamp.
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