"En Rusia las lesbianas también pueden ser
felices", aseguró a Efe Milena Cherniávskaya, directora de la primera
revista dirigida a esa comunidad, cuya salida ha coincidido con la
aprobación de una restrictiva ley que prohíbe la propaganda homosexual
entre menores de edad.
"Queremos mostrar que las lesbianas no
deben tener miedo a vivir abiertamente y ser felices. Hay muchas
lesbianas rusas que llevan una vida normal. No somos diferentes del
resto de mujeres. Somos gente inteligente, interesante y exitosas
profesionales", afirma.
Cherniávskaya está encantada con el
recibimiento que está teniendo el número piloto de "Agens" tanto entre
lesbianas como entre las mujeres que buscan un visión más arriesgada de
la actualidad.
"Diría que el 85 por ciento de las críticas han sido positivas. Apenas ha habido comentarios homofóbicos", destacó.
"Agens" es ahora la única revista impresa para homosexuales después
de que "Kvir", un oasis para las minorías sexuales rusas durante la
última década, dejara de salir en papel en diciembre pasado debido a
problemas de financiación.
"No es un desafío al Gobierno.
Nuestro principal público son las lesbianas, pero la nuestra es más una
revista femenina alternativa. No buscamos provocar ni infringir la ley",
apuntó.
Cherniávskaya, que cuenta con una veintena de
redactores, estilistas y fotógrafos, está convencida de que "la revista
sobre chicas para chicas" no tendrá problemas con las autoridades por la
nueva ley que prohíbe la propaganda homosexual entre menores de edad,
ya que en su portada figura en grandes letras el símbolo: +18.
"La situación ha empeorado en los últimos meses. En Rusia no existe una
política estatal sobre minorías sexuales, pero los problemas de falta
de libertad (expresión, manifestación, etc.) afectan a todos. Mucha
gente no lo soporta y emigra", apuntó.
En su primer editorial,
la directora deja bien claro los principios de la revista: "Tarde o
temprano llega un momento en que entiendes que no te puedes callar".
"Muchas de nosotras no queremos salir a la calle con pancartas,
gritar por un megáfono y pelear contra los homófobos, y decidimos
aportar nuestro granito de arena con la ayuda de lo que sabemos hacer
mejor", agregó.
El número inaugural incluye historias como un
reportaje sobre el club deportivo A-Mega de San Petersburgo, que integra
a cuatro equipos de baloncesto compuestos casi exclusivamente por
lesbianas y que participa en competiciones internacionales.
Uno de los más interesantes es el artículo con útiles consejos
psicológicos para las lesbianas que se deciden a salir del armario en su
lugar de trabajo, un paso que puede llegar a ser muy traumático, pero
menos arriesgado de lo que aparenta.
Según reza el reportaje,
únicamente un diez por ciento de las lesbianas rusas han perdido su
puesto de trabajo debido a su orientación sexual.
"Cualquier
persona puede leer nuestra revista. Ahora mismo, más de la mitad de los
lectores son naturales. Se trata de tender un puente entre ambos
públicos. Queremos mostrar otra realidad que no sale en la prensa
general. Siento que hay una demanda", indicó.
Las secciones
más atrevidas incluyen un reportaje sobre la vida de dos jóvenes
lesbianas que han roto con sus familias, comentarios de varios
personajes sobre lo que consideran sexo y una historia sobre el dualismo
entre lesbianas y bisexuales.
La lectora de "Agens" también
encontrará moda, peinados -"las lesbianas también pueden ser elegantes y
vestir colores llamativos", apunta- y un calendario anual de
actividades para lesbianas, pero también reportajes generales sobre cómo
hacer un cortometraje o el uso de la simbología lesbiana en la
publicidad.
"El mayor problema de chicas lesbianas no es tanto
la reacción de sus padres, como aceptarse a una misma, ya que en la
prensa y en su entorno todo son historias negativas. Queremos mostrar
también historias positivas. La autoestima es muy importante", aseveró.
Cherniávskaya promete que oficialmente el primer número saldrá en
junio e incluirá temas específicamente para lesbianas, como lugares de
descanso y un reportaje sobre los trámites burocráticos necesarios para
casarse y las ventajas del matrimonio homosexual.
"No todo
está perdido. En la ciudad de Magnitogorsk (Urales) encontramos una
pareja de lesbianas con dos hijos. Incluso nos han invitado a la boda en
septiembre", señala.
Si todo va según lo previsto, ya que
varias compañías se han puesto en contacto con la revista para
interesarse por el proyecto, hasta 10.000 ejemplares de "Agens" saldrán a
la calle en un par de meses con más de 100 páginas.
Sobre el
futuro de la comunidad homosexual en Rusia, Cherniávskaya, que tiene 24
años y no se considera lesbiana al cien por cien, cree que "en Rusia
nadie puede saber qué pasará dentro de cinco o diez años"
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