En su resolución final, los jefes de Estado y
de Gobierno árabes reunidos en Doha subrayaron su derecho a "prestar
los medios de autodefensa, incluido el militar, para apoyar al pueblo
sirio y al Ejército Libre Sirio (ELS)".
Además, pidieron a las
organizaciones internacionales que reconozcan a la CNFROS, que en la
cumbre de la Liga Árabe (LA) ocupó el asiento correspondiente a Siria,
como "único representante legítimo del pueblo sirio".
Según
Rusia, esta resolución contradice el comunicado de Ginebra tomado en una
reunión celebrada en junio en 2012, "en la que participó el secretario
general y países de la Liga" y que resolvió crear un Gobierno de
transición integrado por todas las partes en conflicto.
"Además, (la decisión) socava el mandato del representante conjunto de
la ONU y la Liga Árabe (LA), Lajdar Brahimi, facultado para establecer
contactos entre las autoridades y oposición sirios", agregó Lukashévich a
través de un comunicado publicado en la página web de Exteriores.
Al mismo tiempo, el portavoz criticó con dureza que la alianza
opositora ocupara en la cumbre el lugar que le correspondía al Gobierno
del presidente sirio, Bachar al Asad.
"En definitiva, se trata
de incentivar abiertamente a las fuerzas que lamentablemente siguen
apostando por la vía de la confrontación armada en Siria, sin reparar en
el dolor y el sufrimiento de los sirios que se multiplica día tras
día", aseveró el diplomático.
Moscú reiteró su compromiso con
el comunicado de Ginebra y su convencimiento de que solo un arreglo
político puede parar el derramamiento de sangre en el país árabe.
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