La Policía del Valle del Támesis -la fuerza a
la que pertenece la exclusiva localidad de Ascot, donde predominan
mansiones valoradas en millones de libras- dispuso esta madrugada una
serie de registros en la propiedad para establecer si había sustancias
químicas, biológicas o radiactivas.
Sin embargo, después de varias horas de pesquisas, los expertos no encontraron nada peligroso.
Las fuerzas del orden no explicaron por qué recurrieron a estos
expertos, pero a finales del año 2006 un amigo de Berezovski, el
exagente de los servicios secretos rusos Alexandr Litvinenko, fue
envenenado con la sustancia radiactiva polonio-210, contenida en una
taza de té que había tomado en un hotel de Londres.
En su
momento, el oligarca apuntó al Kremlin como posible responsable del
asesinato de Litvinenko, quien vivía exiliado en un barrio del norte de
Londres con su mujer y su hijo.
Aunque la Policía ha
calificado la muerte de Berezovski de "inexplicable", los medios
británicos afirman hoy que el empresario estaba deprimido tras haber
acumulado deudas por una disputa legal con Abramóvich, por lo que no se
descarta que se hubiera suicidado.
Esta mañana, los agentes
británicos mantenían parcialmente el cordón policial montado alrededor
de la residencia de Berezovski.
"Quiero aprovechar esta
oportunidad para agradecer a los residentes de esta zona por su
paciencia en las primeras etapas de la investigación y pedimos disculpas
por los problemas que esto haya causado. No obstante, necesitábamos
asegurarnos de que se tomaban todas las precauciones", señaló a la
prensa el superintendente de la Policía del Valle del Támesis, Simon
Bowden.
"Los agentes no han hallado nada que sea motivo de
preocupación en la propiedad y ahora continuamos con el proceso normal
de la pesquisa", puntualizó el representante policial.
Al
parecer, el cuerpo de Berezovski fue hallado ayer por la tarde en la
bañera de su casa por uno de sus guardaespaldas, con los que iba a todas
partes pues temía por su vida.
Según la prensa, el oligarca
había ofrecido el viernes una entrevista a un periodista de la revista
Forbes, en la que admitía que su vida ya no tenía sentido y quería
regresar a Rusia.
El ejecutivo Tim Bell, portavoz y amigo de
Berezovski, ha admitido a los medios que el oligarca estaba "muy
deprimido", "tenía enormes problemas financieros" y temía siempre por su
vida.
El año pasado, Berezovski perdió una batalla legal
contra Abramóvich, al que acusó de haberle "intimidado" para que
vendiera sus acciones en la petrolera rusa Sibneft por una "fracción" de
su valor real, pero esto fue rechazado por el Tribunal comercial de
Londres.
La pérdida de esta disputa judicial supuso un duro
golpe financiero para Berezovski pues tuvo que hacerse cargo de los
cuantiosos gastos legales de Abramóvich.
Los dos multimillonarios empresarios habían conseguido acumular importantes fortunas en la Rusia de Borís Yeltsin.
El oligarca ruso, matemático en la era soviética y amigo de la
familia de Yeltsin, había iniciado su carrera empresarial con un
concesionario de coches, pero después, con la llegada de Putin al poder,
huyó a varios países y se estableció en el Reino Unido, donde compró
propiedades en barrios exclusivos de Londres y sus alrededores.
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