Moscú considera que "el hecho de que las
armas químicas caigan en manos de los rebeldes (...) empeora aún más la
situación en Siria y lleva la confrontación a un nuevo estadio".
Insta a la oposición armada siria a deponer las armas y dar pasos en
favor del diálogo, en línea con el Comunicado de Ginebra de junio de
2012, que contempla el advenimiento de un gobierno de transición con
miembros del Ejecutivo y los rebeldes.
Según una declaración
oficial difundida por la televisión estatal, los rebeldes lanzaron hoy
un proyectil con sustancias químicas en Alepo, que habría causado la
muerte de al menos 25 personas, en su mayoría civiles.
El
Gobierno sirio alertó en diciembre pasado sobre el posible uso de armas
químicas por los que denomina "terroristas" y reafirmó que las
autoridades no las emplearán bajo ningún concepto en el conflicto que
mantienen con los rebeldes.
A mediados del pasado año, el
presidente sirio, Bachar al Asad, amenazó a Occidente con recurrir a
dicho armamento en caso de agresión exterior.
Seguidamente,
Rusia citó al embajador de Siria en Moscú para advertirle que amenazar
con usar ese tipo de armas es inaceptable y llamó a Damasco a cumplir
rigurosamente con los compromisos adquiridos en el protocolo de Ginebra
de 1925, que establece la prohibición del uso en combate de gases
tóxicos o asfixiantes.
De acuerdo con la Convención
Internacional para la Prohibición de Armas Químicas, los 188 países que
la han suscrito están obligados a desmantelar todo su armamento de ese
tipo.
No obstante, países como Siria o Corea del Norte aún no han ratificado dicha convención.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: